El deslumbrante desfile de moda de Victoria’s Secret volvió con fuerza a la pasarela en una noche llena de nostalgia, elegancia y un renovado espíritu de inclusión.
La emblemática ciudad de Nueva York fue el escenario de este ansiado regreso, marcando un momento crucial para la reconocida marca de lencería, que había optado por no realizar su famoso desfile desde el año 2019.
En esta ocasión, las características alas, el brillo y la música en directo se combinaron de manera perfecta con un mensaje de cambio, creando así un espectáculo que reflejó los nuevos valores de la marca sin perder su esencia tradicional.
El regreso de antiguas figuras y la inclusión de nuevos talentos
Dentro de las sorpresas más destacadas de la noche encontramos la vuelta de Tyra Banks a la pasarela, quien había sido una de las primeras supermodelos en lucir las emblemáticas alas en 1998.
Banks llevaba casi dos décadas sin desfilar y su retorno fue uno de los momentos más aclamados de la velada. Además, otras leyendas de la marca como Adriana Lima hicieron su aparición, incluyendo a modelos consagradas como Candice Swanepoel y caras nuevas como Devyn García y Paloma Elsesser, quienes destacan por su promoción de una visión más inclusiva de la belleza en la industria.
Transformación en la imagen de Victoria’s Secret
El esperado retorno del desfile formó parte de una estrategia más amplia de la marca para reinventar su imagen y adaptarse a las nuevas demandas de diversidad e inclusión de la audiencia. Este cambio se reflejó tanto en la selección de modelos como en la presentación del espectáculo.
Bajo la dirección creativa de Janie Schaffer, el desfile de este año se definió como “una celebración de todas las mujeres”, buscando así reinterpretar el concepto de glamour en la era actual, presentando una visión más moderna de la belleza sin renunciar al lujo y la extravagancia característicos de la marca.
Actuaciones musicales femeninas en vivo
La música en directo fue otro de los puntos destacados de la noche, destacando la presencia de artistas femeninas como Cher, Tyla y Lisa de Blackpink, quienes añadieron una atmósfera contemporánea a los desfiles con su diversidad de estilos musicales.
Además, la edición de este año incorporó innovaciones tecnológicas que ofrecieron una experiencia más inmersiva a los asistentes, combinando elementos audiovisuales y efectos de realidad aumentada para crear un espectáculo vanguardista con toques de nostalgia.
Una tradición con legado
Desde su primera edición en 1995 en Nueva York, el Victoria’s Secret Fashion Show se ha consolidado como un referente en la moda y la cultura popular. A lo largo de los años, ha contado con la presencia de supermodelos icónicas y actuaciones de estrellas de la música, marcando así un hito en la industria y demostrando su capacidad de evolucionar manteniendo su esencia característica.
Con la vuelta de supermodelos legendarias, la inclusión de nuevas caras y un enfoque renovado en la diversidad, el evento de este año mostró una versión actualizada de sí mismo, adaptándose a los tiempos actuales y manteniendo viva la esencia de Victoria’s Secret con una mirada más inclusiva hacia el futuro.
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