La historia de un icónico dúo animado: el comienzo de Tom y Jerry

El dúo emblemático y su trayectoria creativa

En el vasto mundo de la animación, pocos personajes han logrado cautivar la mente y el corazón de diversas generaciones como el felino grisáceo y el roedor de color café. Desde su primer encuentro en la pantalla grande en 1940, Tom y Jerry se han convertido en sinónimo de humor visual, persecuciones frenéticas y una rivalidad interminable que ha dejado una marca perdurable en la cultura popular.

La historia de origen de Tom y Jerry es un relato fascinante de inventiva, rivalidad y progreso que se remonta a dos jóvenes animadores que estaban a punto de revolucionar el mundo de la animación sin siquiera saberlo.

En el año 1940, en los estudios de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), dos artistas emergentes, William Hanna y Joseph Barbera, se preparaban para dar vida a una de las parejas más icónicas de la animación: Tom y Jerry. No obstante, antes de que estos nombres se convirtieran en sinónimo de la clásica disputa entre un gato y un ratón, los protagonistas originales llevaban nombres bastante diferentes. En su primer cortometraje, titulado “Puss Gets the Boot”, el felino respondía al nombre de Jasper y el ratón era conocido como Jinx.

Panorama evolutivo y éxito temprano

Dotados de nuevos nombres y una fórmula exitosa, Hanna y Barbera se adentraron en la creación de más cortometrajes de Tom y Jerry. A lo largo de 17 años, desde 1940 hasta 1957, se produjeron un total de 114 cortos, con 13 candidaturas a los premios Oscar, de los cuales 7 resultaron ganadores, incluyendo títulos emblemáticos como “Yankee Doodle Mouse” (1943), “The Cat Concerto” (1947) y “Johann Mouse” (1953). Estos logros consolidaron a Tom y Jerry como las figuras preeminentes de la animación de la época y les aseguraron un lugar destacado en la historia del cine animado.

El estilo único de Tom y Jerry, marcado por su humor visual y constante acción, enamoró a las audiencias. La serie se caracterizó por la escasez de diálogos, con los personajes comunicándose mayormente a través de gestos faciales y movimientos exagerados, acompañados por la vibrante música de Scott Bradley. Este enfoque, centrado en la comedia física, permitió que los cortometrajes fueran entendidos y apreciados por espectadores de todo el mundo, sin importar el idioma.

Transformaciones y adaptaciones en la televisión

Para 1957, el auge de la televisión comenzaba a transformar la industria del cine animado. Ante el cierre del estudio de animación de MGM, Hanna y Barbera se encontraron sin un espacio en el que desarrollar su trabajo. Sin embargo, este cambio no significó el fin de Tom y Jerry, sino el inicio de una nueva etapa en la televisión. En 1961, Gene Deitch fue contratado para crear 13 nuevos episodios del dúo animado. A pesar de que estos cortos no lograron el mismo éxito que sus predecesores, contribuyeron a mantener viva la relevancia de los personajes en la década de los 60.

Más adelante, el reconocido animador Chuck Jones tomó las riendas de la serie y produjo 34 cortos entre 1963 y 1967. Las creaciones de Jones se distinguieron por un estilo más estilizado y un enfoque en la personalidad y expresión de los personajes, aunque algunos críticos consideraron que estas versiones carecían del dinamismo de los originales.

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