En una emisión directa por sus plataformas digitales, Angélica Jaramillo, ex integrante de ‘Protagonistas de Nuestra Tele’, compartió que está pasando por etapas complicadas en su vida
‘Protagonistas de Nuestra Tele’, un formato que capturó la atención de muchos en Colombia por los controversiales sucesos que ocurrían dentro, fue una creación del Canal RCN. Este reality encerraba a sus concursantes en una casa estudio para formarles en disciplinas como actuación, conducción o modelaje.
Este espacio televisivo, que generó bastantes comentarios, vio la participación de personajes que hoy en día siguen activos en diversas áreas como las redes sociales y la televisión. Nombres como Elainis Garrido, Manuela Gómez, Sara Uribe y Yina Calderón, entre otros, marcaron presencia, pero también lo hizo Angélica Jaramillo, originaria de Antioquia.
Recientemente, la modelo se ha visto en medio de la polémica por un cambio notable en su apariencia física, lo cual ha generado críticas. Durante una transmisión en vivo a través de Instagram, Jaramillo compartió una alarmante realidad, admitiendo que por más de dos años ha estado lidiando con una situación desafortunada, causando preocupación entre sus seguidores.
Con una voz tenue y dificultad para expresarse, manifestó: “Soy Angélica Jaramillo y tengo que admitir que he estado consumiendo sustancias ilícitas por años. No me trae felicidad. Es solo una alegría pasajera, supongo, para escapar o no enfrentar ciertos problemas graves que he vivido”, reveló la celebridad colombiana.
Profundamente afectada, Jaramillo decidió compartir su experiencia después de varios años de silencio porque, según ella, “estaba exhausta de mantener la fachada de que todo estaba bien cuando no lo está… Siempre quise ser la mejor madre, la mejor pareja”.
Admitió que en su última caída no encontró la fuerza necesaria para levantarse y optó por no seguir ocultando su verdad detrás de una imagen falsa. Extendió su mensaje diciendo: “A menudo nos ocultamos, no somos auténticos y no mostramos nuestra verdadera esencia, yo soy auténtica, esta soy yo, Angélica Jaramillo”.
La respuesta de los internautas no se hizo esperar, con muchos expresando su apoyo y otros expresando sorpresa al no reconocer a la ex concursante de ‘Protagonistas de Nuestra Tele’. Comentarios destacados incluyen aquellos que la reconocen como una figura en busca de ayuda y un ejemplo de valentía; otros destacan la importancia de aceptar el problema y buscar soporte terapéutico; mientras algunos reflexionan sobre las luchas personales desconocidas de los demás.
Confrontando las críticas sobre su imagen física
La famosa antioqueña, que ha participado en medios más allá de su paso por el reality, ha sido criticada por su apariencia y los cambios evidentes a través del tiempo. En respuesta, compartió un video en sus redes sociales donde se defiende de las críticas relativas a su estado físico actual.
“Acabo de terminar una transmisión en vivo donde discutíamos sobre lo difícil que es expresarse y mostrarse tal cual. Los años pasan, sí, y me siento orgullosa de mis 38 años”, afirmó.
Habló sobre el esfuerzo que ha invertido en su carrera y cómo esto ha repercutido en su físico: “He tenido que trabajar duro y enfrentar muchos desafíos. Me he puesto la camiseta y he trabajado sin descanso. Las batallas de la vida, naturalmente, tienen su impacto”.
Para concluir, lanzó un mensaje a sus seguidores sobre la aceptación personal y resaltó que es madre de dos hijos, destacando la importancia de escoger conscientemente el camino a seguir en la vida.
El enfoque en la transformación personal y el coraje para enfrentar públicamente sus batallas, muestra una Angélica Jaramillo decidida a cambiar su narrativa. Esta actitud no solo refleja su lucha interna, sino que también tiene el potencial de inspirar a otros que puedan estar atravesando situaciones similares. Su transparencia sirve como un poderoso recordatorio de que detrás de cada figura pública, existen historias humanas complejas y vulnerables.
Confrontando juicios y estigmas, la antioqueña alza la voz no solo en defensa propia sino como un llamado a la comprensión y empatía hacia situaciones que a menudo son malinterpretadas. Su historia es un reflejo de transformación y humanidad, subrayando que más allá de los desafíos, existe la posibilidad de redención y esperanza.