Análisis de la Relación Rusia-República Dominicana
El 7 de septiembre de 2024, Rusia inauguró su embajada en la República Dominicana, evento que siguió la visita de Anthony Blinken, Secretario de Estado de EE. UU., a dicho país. Esta movida geopolítica encierra significados estratégicos profundos, recordando la máxima de José Martí sobre lo visible y lo subyacente en política.
Desde una perspectiva más amplia, la decisión rusa tiene vínculos con temas como la explotación de tierras raras y la situación en Haití, cuestiones que marcaron las conversaciones entre Blinken y el presidente Abinader. Las tierras raras, compuestas por 17 elementos esenciales para tecnologías de vanguardia, se han vuelto un recurso de interés global por su aplicación en sectores como la inteligencia artificial y la manufactura de dispositivos electrónicos.
Impacto de las Tierras Raras en la Geopolítica
En un discurso reciente, Vladimir Putin resaltó la importancia estratégica de la inteligencia artificial, y en ese sentido, la República Dominicana, con sus reservas de tierras raras, emerge como un jugador clave en la geopolítica. La colaboración entre EE. UU. y República Dominicana para impulsar la industria de semiconductores muestra cómo estos recursos pueden configurar alianzas regionales de poder.
Rusia y Venezuela: un Equilibrio Frágil
Rusia, consciente de la relevancia de América Latina en la explotación de tierras raras, no descarta expandir su influencia en el Caribe a través de la República Dominicana, lo que representa un desafío geoeconómico para EE. UU. Asimismo, las relaciones entre Rusia, Venezuela y EE. UU. se ven marcadas por complejas negociaciones donde los intereses geopolíticos priman sobre las alianzas tradicionales.