Problemas en algunas áreas del gasto público
En ciertas partidas del presupuesto, las opciones para realizar ajustes son bastante limitadas. Una de estas áreas críticas es el gasto destinado a infraestructuras y proyectos de largo plazo.
Además, es fundamental entender que el gobierno enfrenta un escenario exigente en cuanto a sus medidas fiscales. Tras la retirada del proyecto de reforma tributaria presentado por el ministro de Hacienda, Jochi Vicente, la administración se ve en la necesidad de ajustar sus finanzas mediante la reducción del gasto, el control de la deuda pública y la lucha contra la evasión impositiva.
Desafíos en materia fiscal y de endeudamiento
Esta tarea no será sencilla debido a dos factores principales. En primer lugar, la presión fiscal existente en el país es relativamente baja (14.5%), en comparación con la media de América Latina y el Caribe (21.5%), lo que complica el ajuste y requiere una cuidadosa consideración al realizar los recortes presupuestarios.
Además, si bien la capacidad de endeudamiento de la nación no está agotada, los niveles actuales de deuda demandan prudencia extrema, ya que cualquier aumento significativo podría afectar la confianza del mercado financiero.
Es necesario destacar que hay sectores del gasto público, como el de capital, que no pueden ser reducidos aún más debido a su importancia estratégica en el desarrollo del país.
Balance entre gastos corrientes y de capital
En el año 2023, cerca del 87.6% del gasto público se destinó a costes operativos, mientras que solo el 12.4% se invirtió en proyectos de inversión a largo plazo. Este desequilibrio pone de relieve la necesidad de un ajuste fiscal que priorice la sostenibilidad financiera a corto plazo sin descuidar la capacidad de respuesta de la economía ante situaciones adversas.
Coordinación entre política fiscal y monetaria
El gobierno cuenta con la Ley de Responsabilidad Fiscal como un instrumento esencial para regular el crecimiento de la deuda pública y garantizar el éxito de las medidas de ajuste. La coordinación entre la política fiscal y la monetaria se vuelve crucial en este contexto, especialmente tras el retiro del proyecto de reforma tributaria.
La política monetaria, al ser más ágil en su implementación, puede actuar como un mecanismo anti-cíclico más efectivo a corto plazo, mientras que la política fiscal tiene un impacto más amplio y estable en la economía a largo plazo.
Ambas políticas son complementarias y deben trabajar de forma coordinada para lograr una estabilidad financiera sólida y promover el desarrollo económico sostenible.
Otros enfoques para abordar la reforma fiscal a través del gasto
Explorar nuevas perspectivas y enfoques creativos para mejorar la eficiencia del gasto público es fundamental en el actual contexto económico. La implementación de propuestas innovadoras puede ser clave para lograr un equilibrio adecuado entre las necesidades financieras del gobierno y el bienestar de la población.