Impacto en los costos para propietarios de establecimientos gastronómicos
La Asociación Dominicana de Restaurantes (Aderes) señaló que la propuesta de modificación fiscal presentada por el Gobierno resultaría en un incremento en los precios de los alimentos y productos, lo cual afectará directamente los gastos operativos de los restaurantes. Esta situación podría llevar a una disminución en la afluencia de clientes, especialmente aquellos de clase media, limitando su capacidad de consumo.
Para mantenerse operativos y competitivos, los propietarios deberán ajustar sus estrategias de costos y precios para hacer frente a esta nueva realidad.
Impacto en la sostenibilidad de los negocios
Rafael Omar Cepeda, presidente de Aderes, explicó que la propuesta de reforma fiscal, sumada a otras medidas como el aumento en los costos de electricidad, salarios y el Impuesto al Patrimonio Inmobiliario, afectarán directamente a los gastos generales de los restaurantes. Esto provocará un incremento en los precios de los productos y servicios ofrecidos.
Por ende, la viabilidad de muchos establecimientos gastronómicos se verá comprometida, poniendo en riesgo su continuidad en el mercado.
Impacto en el turismo y la oferta complementaria
Además, Cepeda advirtió sobre la posible eliminación de la ley de incentivos al turismo, lo cual repercutiría negativamente en la oferta complementaria de la que los restaurantes forman parte. Esto podría obstaculizar el crecimiento y desarrollo del Turismo Gastronómico, un sector en expansión que ha mostrado resultados prometedores.
Destacó la importancia del trabajo conjunto con la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores) para posicionar a la República Dominicana como un destino gastronómico a nivel internacional, resaltando la necesidad de seguir promoviendo el uso de productos locales para impulsar la agricultura nacional.
Efecto en el consumo y la frecuencia de visitas
En relación a las posibles repercusiones en el consumidor, Cepeda mencionó que el aumento de precios en diferentes áreas como productos frescos, electricidad e impuestos, podría limitar la capacidad de compra de las personas, llevándolas a reducir la frecuencia con la que visitan restaurantes. Esta situación podría impactar significativamente en la dinámica y demanda del sector gastronómico.