¿Deberían emprendedores y pequeños negocios pagar la misma cantidad de impuestos que grandes corporaciones?
Las empresas pequeñas y medianas constituyen más del 90% de todas las compañías en el país. Contribuyen al PIB con cerca del 40% y generan más de 2 millones de empleos.
Esta realidad se ve reflejada en su limitado acceso a crédito y en su vulnerabilidad ante situaciones internas y externas.
Es innegable la importancia de las PYMES en cualquier economía, ya sea en desarrollo o consolidada. Cualquier iniciativa para fomentar el espíritu emprendedor y apoyar a estos negocios debe ser prioritaria.
Las cargas fiscales y los costos laborales, como las contribuciones a fondos de pensiones y seguridad social, a menudo deben ser afrontados con financiamiento, lo que resulta en intereses y recargos difíciles de cubrir.
Según estadísticas, la economía del país tiene una alta tasa de informalidad del 56%, principalmente debido al temor o desconocimiento de los requisitos para formalizar un negocio.
Reformas impositivas: buscando equidad y estímulo al emprendimiento
Al considerar cambios en la legislación fiscal, es crucial proteger la sostenibilidad y ofrecer incentivos a quienes desean emprender, formalizarse o expandir sus negocios. Se debe evitar aumentar la carga impositiva sobre estos sectores.
Como comentó un economista, “resulta más sencillo gravar a la clase media que a los más acaudalados”.
En conclusión, es esencial que las políticas fiscales consideren la realidad y necesidades de las empresas pequeñas, fomentando su desarrollo y contribuyendo al crecimiento económico de manera sostenible.