Recorte de Puntos y Sanciones para Canadá por Espionaje
En una medida sin precedentes, la FIFA ha retirado seis puntos a la selección femenina de Canadá de las eliminatorias olímpicas para París. Además, ha impuesto una sanción de un año de suspensión a tres miembros del cuerpo técnico por involucrarse en un escándalo de espionaje mediante el uso de drones.
Adicionalmente, se ha impuesto una multa económica de 200.000 francos suizos (alrededor de 226.000 USD) a la federación canadiense de fútbol. Este conflicto ha aumentado de intensidad tras descubrirse que dos asistentes del equipo utilizaban drones para observar secretamente los entrenamientos del equipo de Nueva Zelanda, previo a su encuentro en la competición.
La acción contraviene los principios del fair play y la ética deportiva, llevando a la FIFA a actuar decisivamente.
Las Consecuencias para el Cuerpo Técnico
Antes de la intervención de la FIFA, Bev Priestman, la entrenadora principal que guió a Canadá a ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, ya había sido suspendida por la propia federación canadiense y excluida de los juegos en curso. Ahora, junto con sus asistentes Joseph Lombardi y Jasmine Mander, enfrenta una prohibición total de participar en actividades de fútbol por el lapso de un año.
La FIFA aceleró el procedimiento disciplinario, delegando el caso a su comisión de apelación, que resolvió que tanto Priestman como sus asistentes eran culpables de conducta indebida y de violar las normativas de competencia justa.
Este incidente subraya la importancia de adherirse a los estándares éticos en el deporte y refleja la disposición de la FIFA para proteger la integridad del fútbol.
Responsabilidad de la Federación Canadiense
La federación de fútbol de Canadá ha sido declarada culpable por la FIFA de no supervisar adecuadamente a su equipo, asegurándose de que cumplieran con las reglas y directrices establecidas para la competencia. Este fallo destaca la necesidad de garantizar que todos los miembros de los equipos nacionales actúen dentro de los límites del reglamento y con respeto hacia sus oponentes.
La resolución del caso subraya la seriedad con la que la FIFA trata las faltas contra la deportividad y el juego limpio, estableciendo un precedente importante para futuras competiciones.
Estas acciones demuestran el compromiso de la organización con la promoción de un ambiente competitivo justo y equitativo para todos los equipos.