Despedida a Soterio: atletas expresan pesar por su marcha

La comunidad deportiva y el país lamentan profundamente el deceso de Soterio Ramírez, un ícono del atletismo y ejemplar ser humano.

El sensible fallecimiento de Soterio Ramírez, una figura prominente del baloncesto y ejemplar ser, ha dejado una profunda marca de tristeza en la nación. Ramírez, quien fuera un pilar para su equipo el club San Lázaro y la selección nacional, enriqueció el deporte con sus incontables éxitos, elevando el prestigio del país a través de su dedicación y talento en la cancha.

La noticia de su muerte, causada por un súbito infarto y pese a los esfuerzos médicos en el hospital Ramón de Lara, ha vestido de luto al ámbito deportivo dominicano. Ramírez, quien ya había superado infartos anteriormente, se destacó por su calidez humana y conducta tanto dentro como fuera de los escenarios deportivos, lo que le valió el aprecio y reconocimiento de distintas organizaciones deportivas y culturales.

El cariño hacia Soterio era palpable en el Club San Lázaro, entidad que lo acogió con entusiasmo desde sus inicios y donde se consagró como una figura clave para el equipo. El reconocimiento a su trayectoria no se hizo esperar, y en la celebración del 61º aniversario del club, se le otorgó una placa, un momento que fue destacado por la comunicadora Penny Báez.

“Esta distinción de mi club, donde comencé mi carrera, me llena de felicidad y gratitud”, señaló. Su imponente físico de 6’8 y 260 libras, le permitió representar a la nación en múltiples competencias internacionales, contribuyendo significativamente al deporte dominicano.

Le sobreviven su esposa Cristina Espinal, su hijo Junior Ramírez, y el recuerdo de sus hijos Yennifer Ramírez y Miguel Antonio Minaya, quienes fallecieron en marzo de 2022 y en 2018, respectivamente.

Su legado incluye la medalla de plata en el Centrobasket 1995 y una medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Maracaibo 1998, además de una prolífica carrera internacional en países como España, Chile y Portugal, y una destacada participación en el baloncesto distrital de Santo Domingo con San Lázaro.

También fue tío de las destacadas voleibolistas Brayelin y Yineiry Martínez, y de los basquetbolistas Jack Michael y Bryan Martínez, mostrando el legado deportivo familiar.

Dentro del ámbito del baloncesto distrital, Soterio fue una leyenda, llevando al Club San Lázaro a la victoria en varias ocasiones y convirtiéndose en una figura estadística relevante tanto en puntos anotados como en rebotes.

A lo largo de su carrera, jugó para diversos equipos, contribuyendo al éxito de varios de ellos y dejando una marca indeleble en la historia del baloncesto dominicano.

Después de retirarse del juego activo, Ramírez siguió vinculado al deporte desde el sector público, desempeñando roles importantes en el Ministerio de Deportes y fomentando el apoyo a los atletas de alto rendimiento desde 2004 hasta 2020.

Su influencia se extendió más allá de las canchas, liderando en rebotes y tiros de campo durante su carrera, demostrando su habilidad y dedicación al baloncesto.

En memoria: Soterio Ramírez, insigne figura en el Pabellón de la Fama del Deporte dominicano

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