Descubriendo tres posturas emocionales en el día a día
La existencia se caracteriza por su dinamismo, donde transitamos por cambios, desafíos y adversidades desde nuestro primer aliento hasta nuestro último suspiro. No existe un control absoluto, los riesgos y vulnerabilidades nos acompañan en toda etapa de nuestra vida. Padres, maestros, amigos, nadie puede evitar el sufrimiento, las traiciones, los conflictos o la desilusión que encontramos en los diferentes ámbitos donde interactuamos.
Los momentos difíciles nos brindan lecciones que nos impulsan a madurar, reflexionar y realizar cambios que nos permitan ser más sólidos, resistentes y capaces de sobreponernos tras cada adversidad, ya sea en el ámbito económico, de salud, emocional, laboral, social o moral.
Actualmente, nos resulta complicado comprender y aceptar los procesos de la vida, como la espera, la frustración, el desapego o la necesidad de construir nuevos caminos. Las tres actitudes emocionales clave para sobrellevar la vida son: elegir, fortalecer y construir nuevos hábitos tras enfrentar situaciones adversas.
Para dar un nuevo rumbo a nuestra existencia, es necesario explorar diferentes senderos cuando los resultados obtenidos han sido negativos o perjudiciales en cualquier área.
Asimismo, centrarse en lograr objetivos renovados implica llevar a cabo acciones distintas, explorar nuevos contextos y relacionarse con grupos que nos impulsen a alcanzar metas más ambiciosas.
Enfrentando los desafíos de cambiar hábitos
Un obstáculo común para muchas personas es romper con hábitos nocivos, patrones de comportamiento disfuncionales o creencias limitantes que obstaculizan nuestra evolución y conexión con la vida.
Existen hábitos constructivos y otros perjudiciales que hemos adoptado como refugio y estilo de vida. A menudo, cambiar un hábito resulta imposible para individuos obsesivos, narcisistas o dependientes, ya que experimentan angustia y depresión ante la necesidad de transformación.
Personas flexibles, adaptables y funcionales logran adoptar con mayor facilidad nuevos hábitos al fortalecer los más saludables y abandonar los tóxicos o disfuncionales para reconectar con su esencia.
El poder de elegir un nuevo rumbo en la vida
Tomar decisiones cruciales en nuestra trayectoria es un reflejo de madurez, aprendizaje y experiencia. Priorizar, fijar nuevos propósitos y forjar un proyecto vital es esencial para progresar en el camino del crecimiento personal y emocional.
Es esencial recordar la importancia de la resiliencia: aquellos que han sabido levantarse tras la adversidad, conocen su fortaleza emocional y carácter. Es fundamental buscar nuevos resultados en la vida, desde cambios mínimos hasta transformaciones estructurales para liberar el potencial psicoemocional y social que nos impulsa a evolucionar.
Para alcanzar resultados palpables y demostrables, es imprescindible contar con disciplina, perseverancia, fortaleza, constancia y confianza en nuestras habilidades y destrezas. Reflexionar sobre la honestidad personal, alejándonos de debilidades y refugios tóxicos, nos permite reconectar con nuestra esencia, liberándonos del pasado y de las heridas emocionales que nos limitan.