Opinión de la población cubana sobre el sistema económico actual

Por Andrea M. González Torres

Estudio reciente sobre la percepción de la población cubana acerca del sistema económico vigente

En fechas recientes, una investigación realizada por el proyecto Cubadata reveló los resultados obtenidos en su segundo panel multidimensional enfocado en explorar posibles futuros para la democratización en Cuba. Este análisis se llevó a cabo durante el periodo comprendido entre septiembre de 2023 y febrero de 2024, centrándose en la capacidad de reacción de los individuos ante las constantes situaciones adversas que enfrentan en su cotidianidad.

El propósito fundamental de este estudio radicó en determinar si se evidencia un proceso de transformación político-cultural entre la población cubana, buscando generar pruebas objetivas y verificables que desafíen diversos mitos en torno a la situación política y social del país insular.

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Además, esta iniciativa de Cubadata aportó una perspectiva multidimensional de 360°, lo que posibilitó visualizar cómo se entrelazan distintos aspectos personales, sociales, económicos, políticos y culturales. Esta visión integral, junto con el seguimiento dinámico a lo largo del tiempo, dota a este panel de una notable capacidad de observación e inferencia, permitiendo una comprensión profunda de las dinámicas y transformaciones presentes en la sociedad cubana. Un aspecto relevante de las encuestas realizadas por Cubadata se centró en recopilar datos acerca de la legitimidad política y el futuro de la Revolución socialista en Cuba durante el año 2023.

Dentro de este texto se abordarán diversos resultados de estas encuestas, estableciendo comparativas con investigaciones previas sobre temáticas similares en América Latina, tomando en consideración indicadores significativos. Según el estudio de Cubadata, la población cubana identifica como los principales fracasos de la Revolución cubana la dependencia económica (31,4 % de los encuestados) y la centralización del poder, así como la escasez de mecanismos de participación ciudadana (23,0 %). Además, la mayoría de los participantes manifestaron que el estado del socialismo en Cuba está en declive (31,9 %) o, al menos, es contraproducente (24,9 %).

Hasta este punto, los datos constatan dos tendencias que ya habían sido señaladas por diversas organizaciones de la sociedad civil y del ámbito académico con anterioridad. En primer lugar, se constata que el sistema político derivado del triunfo revolucionario de 1959 no favoreció la extensión de la participación política y consolidó el poder en una élite totalitaria. Asimismo, mantuvo el patrón de dependencia económica preexistente a través de sus vínculos con la Unión Soviética y otros estados socialistas, y posteriormente con China, Rusia, Venezuela, Vietnam y otras naciones. La segunda tendencia observada es la pérdida de legitimidad del socialismo, siendo la percepción generalizada de la ciudadanía que el socialismo en Cuba está en retroceso o que, al menos, la realidad diaria de las personas no se corresponde con lo que las autoridades definen como socialismo.

Esta realidad se ve respaldada por otros datos reveladores obtenidos de la encuesta de Cubadata. Por ejemplo, el 50,6 % de los encuestados considera que la burocracia en Cuba no garantiza el derecho a la libertad, el 49,6 % opina lo mismo en relación con la igualdad ante la ley, y el 55,2 % piensa lo mismo acerca de la libertad de expresión. Asimismo, existen dudas en cuanto a la confianza en el sistema de administración de justicia (49,9 %), y en que el Partido Comunista de Cuba (PCC) responda a las necesidades reales del pueblo (56,5 %).

Particularmente en cuanto a la elaboración de normativas legales y la calidad democrática de las leyes y demás disposiciones normativas, el Observatorio Legislativo de Cuba ha advertido que estas medidas responden únicamente a la necesidad de la élite política de cumplir con lo establecido en la Constitución de 2019. Dichas acciones no buscan fortalecer la protección de los derechos humanos desde una perspectiva más inclusiva. La intención no es edificar un estado de derecho, sino más bien configurar un estado por derecho, donde las leyes y las instituciones son utilizadas para legitimar las actuaciones arbitrarias del régimen político.

Estos hallazgos se complementan con otros datos arrojados por la encuesta de Cubadata. Por ejemplo, el 50,6 % de los encuestados considera que la burocracia en Cuba no garantiza el derecho a la libertad, el 49,6 % opina lo mismo en relación con la igualdad ante la ley, y el 55,2 % piensa lo mismo acerca de la libertad de expresión. Asimismo, existen dudas en cuanto a la confianza en el sistema de administración de justicia (49,9 %), y en que el Partido Comunista de Cuba (PCC) responda a las necesidades reales del pueblo (56,5 %).

En resumen, estos datos reflejan una creciente disconformidad por parte de un sector cada vez mayor de la población cubana respecto al régimen político vigente en la isla. Aunque se vislumbra una tendencia hacia la democratización del sistema político en Cuba, contrastando con la situación en América Latina donde impera una creciente tendencia hacia el autoritarismo y el populismo. Investigaciones realizadas por Latinobarómetro evidencian un debilitamiento progresivo de la democracia durante los últimos 13 años (2010-2023), incluso en países con una larga tradición democrática.

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Las democracias latinoamericanas están cediendo terreno gradualmente al populismo y al autoritarismo. Este proceso se manifiesta en la baja aceptación de la democracia, el incremento de la indiferencia hacia el tipo de régimen, la preferencia por el autoritarismo, el deficiente desempeño de los gobiernos y la mala imagen de los partidos políticos. Todo ello ha desembocado en un descenso del apoyo ciudadano a la democracia en América Latina, situándose en apenas un 48 % en el año 2023. Esta disminución es notable si se compara con el 63 % de apoyo ciudadano alcanzado en 2010, representando una caída de 15 puntos porcentuales en 13 años.

A pesar de que la disminución del respaldo a la democracia en América Latina se debe a la incapacidad de esta para garantizar mayores niveles de igualdad ante la ley, justicia, dignidad y equidad en la distribución de la riqueza, el caso cubano sirve como muestra de que el autoritarismo tampoco satisface estas demandas. Por el contrario, las suprime hasta hacerlas prácticamente inexistentes. Si la percepción de la ciudadanía latinoamericana es que su calidad de vida no ha mejorado significativamente bajo regímenes democráticos, es esencial comprender que los regímenes autoritarios en Cuba, Nicaragua y Venezuela han deteriorado aún más su situación.

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Los resultados obtenidos por Cubadata deben servir al menos como un llamado de alerta para evitar el respaldo de prácticas autoritarias y populistas que proponen destruir las bases de las instituciones democráticas a cambio de supuestas soluciones a problemas sociales. Al final, ninguna de estas propuestas logra sus objetivos y, una vez implementadas, podría ser demasiado tarde para revertir los efectos. La actualidad de Cuba, Nicaragua y Venezuela evidencia estas situaciones de manera constante.

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