Reencuentro emocional
Siro Devi se abraza a Monica Thatte, con lágrimas en los ojos. Monica ha vuelto a su ciudad natal en India, donde Siro ha asistido en el nacimiento de muchos bebés.
Detrás de esta conmovedora escena se esconde una historia dolorosa que ha marcado la vida de Siro.
Las pruebas apuntan a que Monica es una de las niñas que pudo ser salvada en ese tiempo.
Además, he seguido de cerca la trayectoria de Siro durante tres décadas, desde el momento en que la entrevisté junto a otras parteras rurales en Bihar en 1996.
Cuestionando la tradición
La tradición de la partería en la India rural está ligada a la pobreza y a las divisiones de casta. Estas parteras, pertenecientes a castas inferiores, heredaron la profesión de sus ancestros, en un entorno donde desobedecer a familias poderosas no era una opción posible.
El triste desequilibrio entre el valor de un niño y una niña se refleja en las prácticas discriminatorias que persisten hasta hoy.
Desafiando el status quo
Al finalizar las grabaciones de las parteras en 1996, se vislumbraba un cambio paradójico. Estas mujeres, antes condicionadas a seguir órdenes brutales, comenzaron a resistirse gracias a la labor de Anila Kumari, una trabajadora social comprometida con abordar las raíces del problema.
La lucha por la igualdad
Aunque los casos de infanticidio han disminuido, el aborto selectivo por género continúa, evidenciando la persistente discriminación contra la niñas en la sociedad india.
El ciclo de abandono de niñas también representa una triste realidad actual a la que aún se enfrentan las comunidades, a pesar de los avances.
El pasado nunca se puede cambiar, pero con esfuerzo y dedicación, se puede transformar hacia un futuro más esperanzador.