La dirección técnica y el equipo médico de la selección femenina de voleibol han comunicado con tristeza la exclusión de Lisvel Eve Mejía, conocida como La China, debido a un resultado positivo en un examen antidoping efectuado durante el último campeonato de la VLN.
De acuerdo con las normativas actuales, la jugadora ha sido apartada del seleccionado y, por ende, no competirá en los próximos Juegos Olímpicos que tendrán lugar en París, Francia, en 2024. En vista de esta situación, se ha designado a Geraldine González, jugadora central, como su reemplazo para enfrentarse a Italia el próximo domingo.
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En esta circunstancia desafortunada, el equipo de voleibol femenino sigue firme en su compromiso por mantener la integridad del deporte y asegura colaboración total con la WADA en la investigación del incidente.
En sus declaraciones, Eve Mejía expresó su profundo arrepentimiento y decepción personal por el uso de Furosemida para tratar la retención de líquidos, desconociendo su potencial para interferir en las pruebas de dopaje recientes. “Es verdaderamente desolador, reconozco mi error por no haberme informado adecuadamente acerca del medicamento que tomé”, manifestó.
La deportista destacó su historial de honestidad y esfuerzo, subrayando que nunca hubo intención de mejorar su rendimiento mediante sustancias prohibidas. “Aunque sé que será difícil convencer a algunos, siempre llevaré mi conciencia tranquila y aceptaré con responsabilidad y humildad cualquier decisión de las autoridades deportivas”, agregó.
Finalmente, Mejía agradeció el apoyo recibido por parte de sus colegas, Cristóbal Marte Hoffiz y Milagros Cabral, resaltando el respaldo emocional durante este difícil momento.
Esta situación no solo resalta la importancia de la educación y la prevención en el ámbito deportivo respecto al uso de sustancias, sino que también refleja el impacto que decisiones personales pueden tener en la carrera de un atleta. Las acciones tomadas en respuesta al caso de Mejía buscan reafirmar el compromiso del equipo con los valores del juego limpio y la integridad deportiva.
La cooperación con la investigación por parte de la WADA es un paso crucial para clarificar las circunstancias del caso y potencialmente ayudar a Mejía a navegar por las consecuencias de su acción. Aunque es un periodo desafiante para la atleta, también puede ser un momento de aprendizaje y reflexión sobre la importancia de seguir siempre las regulaciones antidopaje.