Conforme se aproxima el domingo, la ocasión en la cual se celebrará el ejercicio del sufragio en Venezuela, el gobierno liderado por el chavismo ha intensificado sus estrategias represivas extendiéndose hasta la República Dominicana. En este último país, únicamente 658 ciudadanos venezolanos tendrán la capacidad de elegir al próximo presidente debido a restricciones específicas.
La barrera establecida de manera unilateral por el régimen de Maduro ha sido criticada por José Alberto Pérez, dirigente de la Comunidad Dominicana Venezuelana y el Grupo de Venezolanos Radicados en República Dominicana. Explicó que a los venezolanos con permiso de residencia temporal se les niega el derecho al voto, a diferencia de aquellos inscritos de forma actualizada en el padrón electoral. Según Pérez, desde los tiempos de Chávez hasta Maduro, ha existido un esfuerzo consciente por limitar el voto en el extranjero, especialmente porque la mayoría de estos votantes se opone al chavismo.
En la misma sintonía, resaltó que uno de los mayores obstáculos impuestos por el Gobierno de Maduro consiste en la censura hacia los medios locales sobre la publicación de sondeos electorales, el seguimiento completo del proceso de elecciones y la dilación en la entrega de credenciales para los observadores electorales.
Subrayó el hecho de que la voluntad de cambio está muy presente entre la población venezolana, simbolizado actualmente por Edmundo González Urrutia, un diplomático de 72 años proclamado por María Corina Machado, figura prominente de la oposición, como su sucesor ante su inhabilitación para participar en el proceso electoral.
Finalmente, hizo un llamado a sus compatriotas radicados en República Dominicana a congregarse el venidero domingo 28, desde las 2 p.m., en el parque Mirador Sur. Allí, mediante una oración, llevarán a cabo una vigilia en espera de los resultados electorales que ansían pueda marcar el inicio de un nuevo capítulo para la libertad de Venezuela.
Este ensamble de desafíos no merma el espíritu combativo de los venezolanos, dentro y fuera de sus fronteras. La falta de facilidades para participar en decisiones críticas para su país alimenta aún más su anhelo de cambio y libertad, demostrando así, que su determinación trasciende cualquier barrera impuesta.