Desafíos persistentes en la educación de la región fronteriza de República Dominicana
En el ciclo escolar 2022-2023, se registró una matrícula de 126,275 estudiantes en la zona fronteriza, distribuidos en 698 centros educativos, lo que representa solo el 5.3% del total nacional. Estos datos provienen del informe titulado “Monitor de la frontera”, publicado en julio por la Dirección de Políticas de Desarrollo de la Zona Fronteriza del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd).
En el análisis se destaca que cuatro de las cinco provincias con menor cantidad de alumnos del país se encuentran en esta región. Baoruco y Montecristi sobresalen por concentrar el 21.4% y 19.3% de la matrícula total, respectivamente, mientras que Pedernales presenta la menor cifra con un 6.5%. En términos de niveles educativos, el 53.0% de los estudiantes se encuentra en primaria, el 33.1% en secundaria y el 13.8% en inicial.
En general, el sistema educativo enfrenta desafíos diversos, agravados en las provincias fronterizas, donde las brechas en cobertura, culminación, abandono y sobreedad escolar son más pronunciadas. El promedio de estudiantes por centro educativo varía significativamente, destacándose Pedernales con un promedio de 317 alumnos por escuela y Santiago Rodríguez con 131 alumnos por plantel.
Impacto de la inequidad educativa en la región fronteriza
En el ciclo escolar analizado, se observó un promedio de 6.6 aulas por centro público. Los ratios de alumnos por sección y por docente se mantienen dentro de los límites recomendados, con un máximo de 35 alumnos por categoría. En esta zona, el 51.1% de los estudiantes son varones. A nivel provincial, Elías Piña destaca por presentar el índice de paridad de género más bajo, lo que implica una significativa disparidad entre niños y niñas matriculados en la provincia.
En relación a la tasa de cobertura, se reportó que 3 de cada 10 niños de nivel inicial, 9 de cada 10 de nivel primario y 6 de cada 10 adolescentes de secundaria están inscritos en la región. La baja culminación educativa se evidencia en territorios como Enriquillo, Bahoruco, Independencia y Pedernales, siendo Elías Piña la provincia con la menor tasa de culminación del país.
Las regiones con bajos índices de culminación pueden enfrentar desafíos en el acceso y la calidad educativa, perpetuando así ciclos de pobreza y limitando las oportunidades laborales. La desigualdad generada por esta situación puede impactar negativamente en el futuro laboral de los jóvenes, reduciendo sus posibilidades de empleo estable y seguro.