China
Twitter, antes conocida como X, fue vetada en China en junio de 2009, días antes del aniversario de la represión en Tiananmén. A pesar de esta restricción, los usuarios chinos han encontrado alternativas populares como Weibo y WeChat.
Además, la población ha aprendido a adaptarse a esta limitación, demostrando una fuerte capacidad de innovación en sus comunidades digitales locales.
Irán
Debido a protestas post-electorales en 2009, Irán prohibió el uso de la red X, medida que aún se mantiene vigente. Sin embargo, el uso de la aplicación ha sido crucial para difundir eventos de protesta a nivel internacional, como el movimiento contra la represión de mujeres.
A pesar de esta restricción, la sociedad iraní ha demostrado una creatividad única para eludir los controles gubernamentales y seguir comunicándose de forma segura.
Turkmenistán
En los inicios de la década de 2010, Turkmenistán comenzó a bloquear Twitter junto con otros servicios extranjeros. Esta limitación ha llevado a que la navegación por internet sea controlada exclusivamente por TurkmenTelecom, la empresa estatal de comunicaciones del país.
La población local ha encontrado maneras ingeniosas de sortear estas restricciones y mantenerse conectados con el mundo exterior de forma segura y protegida.
Corea del Norte
A pesar de haber abierto cuentas en Twitter en 2010, Corea del Norte bloqueó esta red social en 2016, junto con otras plataformas populares. El acceso a internet en este país está limitado a unos pocos sitios gubernamentales y estrictamente controlado por las autoridades.
Sin embargo, la población norcoreana ha encontrado formas alternativas de acceder a la información y comunicarse con el mundo exterior, demostrando una resistencia notable frente a las barreras impuestas por el régimen.
Birmania
Desde febrero de 2021, Birmania ha prohibido el acceso a la red X debido a protestas contra el gobierno militar. A pesar de esta limitación, la población ha encontrado maneras creativas de organizarse y mantenerse informada, mostrando una gran resistencia ante las restricciones impuestas por las autoridades.
La sociedad birmana ha logrado mantener viva la llama de la resistencia a través de otras formas de comunicación, demostrando una gran capacidad de adaptación y solidaridad en tiempos de adversidad.
Rusia
En 2021, el gobierno de Moscú comenzó a restringir el acceso a Twitter, acusándolo de difundir contenido ilegal. Este bloqueo se intensificó en marzo de 2022, coincidiendo con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, aunque muchos rusos han encontrado formas de eludir esta prohibición mediante servicios VPN.
La sociedad rusa ha demostrado una alta resiliencia frente a las restricciones impuestas por el gobierno, encontrando maneras creativas de mantenerse comunicados y informados en un entorno digital cada vez más controlado.
Pakistán
Desde las elecciones legislativas de febrero de 2024, Pakistán ha prohibido el acceso a la red X por motivos de seguridad. Esta medida ha generado un debate sobre la libertad de expresión en el país, y los ciudadanos han buscado alternativas para comunicarse y organizarse de manera segura y protegida.
A pesar de esta restricción, la sociedad paquistaní ha encontrado formas creativas de mantenerse conectada y continuar su activismo en línea, mostrando una gran determinación en la defensa de sus derechos y libertades digitales.
Venezuela
Tras violentas protestas en el país, el presidente Nicolás Maduro ordenó la suspensión de la red X por diez días en agosto. A pesar de la finalización del plazo, la prohibición sigue en vigor, generando un debate sobre la libertad de expresión en Venezuela.
Los ciudadanos venezolanos han demostrado una notable capacidad de resistencia frente a estas restricciones, encontrando formas alternativas de comunicarse y organizarse en un entorno cada vez más controlado y vigilado por las autoridades.
Brasil
Un juez del Tribunal Supremo Federal de Brasil bloqueó el acceso a la red X, invocando la necesidad de proteger la integridad de las decisiones judiciales en el país. Esta medida ha generado controversia y ha llevado a los usuarios a buscar alternativas para acceder a la plataforma de forma segura y protegida.
La sociedad brasileña ha demostrado una gran capacidad de adaptación frente a estas restricciones, encontrando maneras innovadoras de mantenerse conectada y comunicada en un entorno digital cada vez más regulado y controlado por las autoridades.