Padre descubre impactante suceso a través de redes sociales
En un contexto donde muchos jóvenes africanos se exponen al peligro tratando de llegar a las Islas Canarias, el primer ministro de España, Pedro Sánchez, emprende un viaje a Senegal, Mauritania y Gambia para abordar la problemática migratoria.
A pesar de esto, Amina no encuentra consuelo en esta situación.
Desde su hogar cercano a la capital de Senegal, relata a la BBC el desgarrador momento en el que se enteró de la trágica muerte de su hijo a través de las redes sociales.
En sus propias palabras: “Solíamos compartir conversaciones continuamente y él me mencionó su interés en viajar a Marruecos, pero jamás hizo referencia a sus planes de abordar un barco”.
La última comunicación que tuvo con Yankhoba fue en enero. Tras seis meses de angustiosa búsqueda, el cuerpo del joven de 33 años fue hallado por pescadores a principios de agosto, a unos 18 kilómetros de la costa de la República Dominicana.
En una pequeña embarcación de madera, los cuerpos de al menos 14 personas en descomposición fueron encontrados, junto a teléfonos móviles y documentos que revelaban su procedencia mayoritaria de Senegal, Mauritania y Mali.
Entre los objetos recuperados se encontraba la identificación de Yankhoba.
Las autoridades dominicanas también mencionaron el hallazgo de 12 paquetes de droga en la embarcación.
Es importante destacar que se están llevando a cabo investigaciones para determinar las circunstancias y causas de estos decesos, si bien se presume que los pasajeros intentaban alcanzar las Islas Canarias y se desviaron de su rumbo.
El joven sastre era el primogénito de Amina, y su posición como único hijo varón implicaba una gran responsabilidad en la sociedad senegalesa. Deja atrás a su esposa y dos hijos pequeños.
Previo a enterarse del fatal desenlace, Amina solicitó ayuda a través de páginas en Facebook dedicadas a personas desaparecidas y recurrió a influencers con amplia audiencia en redes sociales para difundir su caso.
Con la esperanza de que Yankhoba pudiera estar detenido en alguna prisión de Marruecos o incluso Túnez, Amina afirma con voz entrecortada que aferró esa posibilidad como una luz de esperanza.
Impacto de una decisión
Los jóvenes migrantes africanos que aspiran llegar a Europa cada vez optan más por la ruta hacia las Islas Canarias en lugar del camino mediterráneo, pese a los riesgos que implica.
A diferencia de cruzar el desierto del Sahara y el Mediterráneo, esta ruta representa un solo paso hacia su destino final.
De acuerdo a la Agencia Frontex de la Unión Europea, el año anterior la ruta atlántica experimentó un incremento del 161% en comparación al período anterior.
España figura como uno de los países europeos que más inmigrantes recibe.
Entre los senegaleses que optan por abandonar su país, un segmento creciente pertenece a la clase media y puede costear la travesía hacia Estados Unidos en lugar de Europa.
Este fue el caso de Fallou.
A pesar de dirigir con éxito una granja de ovejas y aves en Dakar durante casi diez años, Fallou enfrentaba dificultades económicas.
“Sentía que no avanzaba. Además de administrar mi negocio, trabajaba en una fábrica, pero me costaba llegar a fin de mes”, recuerda.
Así, con 30 años vendió sus pertenencias y adquirió un pasaje de avión con destino a Nicaragua, desde donde emprendería el viaje terrestre hacia Estados Unidos.
Impulsado por la presencia de su hermano mayor en EE.UU., y tras visualizar numerosas fotos y videos de senegaleses en TikTok compartiendo su travesía por Centroamérica, Fallou se aventuró en esta odisea.
“Mi madre se opuso a mi partida, pero estaba dispuesto a enfrentar cualquier adversidad”, declara.
Con un trayecto de 16 días que abarcó Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, ayudado por traficantes, Fallou invirtió más de US$10.000 en el viaje.
En contrapartida, los inmigrantes menos acomodados que optan por el barco desde Senegal hacia las Islas Canarias suelen pagar alrededor de US$450 a los traficantes.
Experiencias de travesía
Según relata Fallou, su sacrificio no estuvo exento de tragedias. “Presencié la muerte de varias personas frente a mis ojos”, cuenta.
No obstante, al observar a mujeres que seguían adelante, incluso con hijos a cuestas, se convenció de mantenerse firme en su decisión.
Luego de permanecer unos días retenido en un centro de detención en EE.UU., Fallou finalmente obtuvo permiso para quedarse como solicitante de asilo. Desde entonces se ha reunido con su hermano y actualmente trabaja como mecánico.
Aunque Fallou logró una situación favorable, muchos inmigrantes africanos en EE.UU. no corren con la misma suerte.
El mes pasado, más de 140 senegaleses fueron deportados a su país tras cruzar la frontera entre México y EE.UU.
Organizaciones de derechos humanos y comunidades de la diáspora que apoyan a los recién llegados señalan que los albergues suelen estar desbordados por esta clase de situaciones.
Algunos inmigrantes se ven obligados a dormir en la calle, mientras que a otros se les permite pernoctar temporalmente en mezquitas.
Apesar del creciente interés de los jóvenes africanos en rutas migratorias alternativas, la mayoría de los migrantes continúa intentando alcanzar Europa a través del Mediterráneo.
En la última década, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó que más de 28.000 migrantes perdieron la vida en ese mar.
Desafíos y expectativas políticas
Según Aly Tandian, especialista en inmigración, las personas emigran de África Occidental debido a una compleja amalgama de problemas relacionados con la seguridad, la institucionalidad, la nutrición, la salud, la pospandemia y el medio ambiente.
El éxodo desde Senegal, en particular, va en aumento a pesar de contar con un nuevo presidente que promueve la generación de empleo para la juventud.
Si bien el gobierno redujo el costo de algunos productos alimenticios básicos, como el aceite, el pan y el arroz, aliviando así la presión económica, esto no ha sido suficiente.
De acuerdo a Boubacar Sèye, activista de la organización no gubernamental Horizonte sin Fronteras, la esperanza generada por el cambio en el gobierno no ha logrado frenar el flujo migratorio.
En una carta dirigida a las autoridades senegalesas, Sèye solicita una investigación sobre el caso del barco hallado frente a la República Dominicana, indicando una presunta red criminal asociada a estas migraciones irregulares que abarca el tráfico de drogas, armas, seres humanos y órganos.
Tras el hallazgo de 89 cuerpos en un barco frente a la costa de Mauritania, el primer ministro de Senegal, Ousmane Sonko, hizo un llamado a los jóvenes para que eviten la peligrosa ruta atlántica hacia Europa.
A pesar de estas advertencias, muchos jóvenes africanos siguen poniendo en riesgo sus vidas en busca de oportunidades fuera de sus países de origen.