Amnistía Internacional llama a respetar derechos de migrantes
La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) solicitó al presidente de República Dominicana, Luis Abinader, enfocarse en el respeto a los derechos humanos y acabar con políticas migratorias que discriminan, especialmente contra los haitianos, durante su segundo mandato que comenzó en agosto.
AI resaltó la urgencia de que las autoridades dominicanas eliminen el perfilamiento racial, el racismo estructural y la discriminación racial, garantizando la dignidad y la integridad física de los migrantes haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana.
Este nuevo periodo gubernamental debe comprometerse a superar los desafíos en derechos humanos reportados en los últimos meses, afirmó Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Será clave establecer políticas migratorias que respeten los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, señaló.
Desde 2022, República Dominicana lidera en deportaciones de haitianos, a pesar del llamado de ACNUR a cesar retornos forzados a Haití, según informes.
Situación crítica en Haití y deportaciones desde República Dominicana
En 2023, más de 208.000 personas haitianas fueron deportadas, incluyendo más de 20.000 menores, mientras que en lo que va de este año, a pesar de la crisis en Haití, se han deportado más de 98.000 personas, más de 5.000 de ellas menores.
Amnistía Internacional ha observado que muchas de estas expulsiones han sido colectivas, infringiendo el principio de no devolución y el derecho de asilo de los haitianos.
Estas deportaciones no permiten evaluar las necesidades de protección de cada persona ni los riesgos al regresar a Haití, lo que incumple las obligaciones internacionales del país.
Además, se realizan operativos migratorios que discriminan racialmente, violando el principio de igualdad y no discriminación.
Conflictos bilaterales y consecuencias en migración
En su comunicado, Amnistía Internacional mencionó el conflicto del año pasado por la construcción de un canal de riego en la frontera con Haití, que llevó a la suspensión de visas a haitianos, militarización de la frontera y cierre migratorio.
La suspensión de visados ha cerrado vías legales de ingreso al país, limitado reunificaciones familiares y opciones de estudio y trabajo, impactando negativamente a los migrantes.
AI ha recibido testimonios preocupantes y examinado videos que muestran la discriminación en operativos migratorios y condiciones de detención.