Acciones decisivas de la PNH contra pandilleros en Haití
En recientes operativos en Gressier, un área lindante con la capital de Haití, la fuerza policial ha neutralizado a un notable número de individuos vinculados con actividades delictivas organizadas, marcando un esfuerzo continuado por desmantelar las redes de pandillas.
El alcalde interino de Gressier, Jean Vladimir Bertrand, compartió datos impactantes el jueves, revelando que varios cuerpos de los supuestos delincuentes fueron hallados en la localidad de Nan 12, algunos de los cuales habían sido sepultados en fosas por la comunidad local, mientras que otros fueron capturados en áreas como Petit Boucan, donde los residentes les dieron muerte mediante la quema.
Además, Bertrand hizo hincapié en el apoyo solicitado a las fuerzas del orden frente a la creciente amenaza pandillera, subrayando que la policía ha conseguido incautar arsenal perteneciente a estos grupos criminales.
Se registró igualmente la liberación de más de veinte mujeres que habían sido raptadas y sometidas a violencia sexual por parte de miembros de las pandillas. Estas víctimas habían sido interceptadas mientras se desplazaban por la carretera nacional número 2, en el sur del país.
El mayor problema revelado fue la imposibilidad de brindar asistencia médica adecuada a estas mujeres tras ser liberadas, debido a la escasez de instalaciones hospitalarias en la comuna, lamentó el alcalde interino.
En un hecho destacado, las bandas que dominan el área de Cité Soleil, conocido por ser el mayor asentamiento precario del país, en la metrópolis de Puerto Príncipe, han acordado un alto al fuego, recibido con entusiasmo por los habitantes de las 34 comunidades impactadas por la violencia, incluyendo Brooklyn, Belekou y Boston.
Como símbolo de un retorno a la calma, numerosas barricadas y muros erigidos para protección de los civiles han sido desmantelados, en un área muy afectada por la falta de condiciones básicas de vida, incluidos servicios elementales como agua y luz.
Esta tregua pone fin a un periodo de cuatro años de enfrentamientos sangrientos entre facciones rivales, intervalados con breves periodos de paz.
Las secuelas de estos enfrentamientos se traducen en un elevado número de fallecidos, heridos, desplazados y mujeres víctimas de abusos sexuales.
Esta no es la primera vez que se declara una tregua entre las bandas de Cité Soleil, aunque la experiencia ha demostrado que la paz es frágil, siendo común que los enfrentamientos violentos se reanuden tras unos meses de calma.
El impacto de estas intervenciones policiales no solo se refleja en la reducción de la violencia, sino también en la recuperación de espacios públicos y en la restauración de un sentido de seguridad entre los ciudadanos, marcando un punto de inflexión esperanzador para la comunidad haitiana, profundamente afectada por años de conflicto.
Estos eventos suscitan una reflexión profunda sobre la necesidad de estrategias sustentables y de largo alcance que puedan asegurar la paz y el bienestar de la población, invitando a un compromiso constante por parte de las autoridades locales y la comunidad internacional para abordar de raíz las causas de la violencia y la desintegración social en Haití.