¿Es posible que un individuo con dificultades emocionales pueda desempeñar funciones laborales?
La experta en psicología responde: Según el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), se define un trastorno mental como un conjunto de síntomas que evidencian una alteración signficativa en el estado cognitivo, emocional o comportamental de una persona, reflejando así una disfunción en los procesos psicológicos, biológicos o de desarrollo que afectan su salud mental.
En función de la gravedad de los síntomas que experimente, una persona con este tipo de trastornos podrá desempeñar sus responsabilidades laborales, sociales, académicas y religiosas siempre y cuando esté siguiendo un tratamiento combinado de medicación y terapia, además de tener una comprensión clara de su situación, los efectos de los síntomas y su relación con el entorno.
El profesional de la salud mental será el encargado de evaluar si la condición psicológica puede incapacitar a la persona para trabajar, determinando si es necesario concederle una licencia temporal hasta que se estabilice y esté en condiciones de reintegrarse en el ámbito laboral.
En el caso de que la persona presente un grado de incapacidad que le impida valerse por sí misma, carezca de consciencia sobre su situación, represente un peligro para sí misma o para los demás, el especialista tomará las medidas pertinentes para proteger tanto su vida como la de los demás involucrados.
Si la persona declara que experimenta alucinaciones auditivas que le dan instrucciones directas, se deberá evaluar su capacidad para discernir la realidad de dichas alucinaciones y si debe seguir sus indicaciones. El incumplimiento de esta distinción aumenta el riesgo de complicaciones.
Es fundamental que la persona con un trastorno mental mantenga un seguimiento continuo con el profesional de la salud mental y no interrumpa el tratamiento sin supervisión adecuada.
Explorando nuevos horizontes: La importancia de la inclusión laboral
En un mundo cada vez más diverso, es crucial promover la inclusión laboral de individuos con diversidad funcional, ampliando así las oportunidades de desarrollo tanto personal como profesional para todos los integrantes de la sociedad. La presencia de diferentes perspectivas y experiencias en el ámbito laboral enriquece el entorno laboral y fomenta la igualdad de oportunidades para todos.