Poniendo fin a la corrupción en Venezuela: vital impulso contra el engaño
Ante la posibilidad de que la comunidad global se vea obligada a aceptar lo que parece inevitable, la sucesión de información falsa con intentos de encubrimiento que violan las normas más básicas de la democracia sigue en Venezuela, llevando hacia una inaceptable toma ilegítima del poder por parte de un gobierno corrupto. La falta de transparencia y la ocultación de las actas, que deberían poder ser verificadas por entidades imparciales (considerando la evidente parcialidad de las autoridades electorales), hacen que el próximo mandato presidencial en la tierra de Simón Bolívar sea ilegítimo tanto en términos legales como políticos.
Además, ninguna solución que implique ignorar, aunque sea parcialmente, la voluntad del pueblo venezolano, reflejada de manera clara aunque aún no oficializada a través de actas de valor legal, sería justa. Esta gigantesca estafa solo puede ser corregida validando de forma completa los votos emitidos por los ciudadanos venezolanos, quienes merecen respeto a pesar de estar oprimidos. Es posible, sin recurrir a consecuencias penales inmediatas, superar este ataque a los principios democráticos sin recurrir a la violencia.
Venezuela y la lucha contra la corrupción: una tarea crucial para restaurar la democracia
La doctrina de no intervención entre Estados no puede ser invocada cuando se vulneran los derechos humanos de toda una nación. El derecho internacional y los acuerdos hemisféricos vigentes, que jugaron un papel clave en la liberación de República Dominicana de la dictadura de Trujillo, proveen una sólida base para enfrentar de forma contundente el flagrante desprecio por la voluntad expresada por el pueblo venezolano en las urnas.
Por último, es fundamental mantener una postura firme en defensa de la democracia en Venezuela, apoyando todas las iniciativas que promuevan la transparencia y el respeto por los derechos de los ciudadanos en un país que merece un futuro mejor.