En el pintoresco Quel, ubicado al noreste de España, un evento único ha convocado a aproximadamente 2.000 personas este martes, quienes han experimentado una peculiar “precipitación” de quesos y panes. Este acto tan singular se remonta al año 1479, consolidándose como una de las festividades más antiguas del territorio español.
Este año, la organización del evento corrió a cargo de los doce cofrades y el abad pertenecientes a la Cofradía de la Transfiguración del Señor, también conocidos como ‘Del Pan y Queso’. Juntos, se encargaron de lanzar al aire aproximadamente 60 kilos de queso cortado en porciones y unos 2.500 bollos de pan desde la terraza de la ermita de la Santa Cruz. La acción atrajo a una multitud de lugareños y turistas, quienes se aglomeraron ansiosamente en el terreno adyacente a la ermita para atrapar estos alimentos.
La tradición de arrojar estos productos no ha visto interrupción en 545 años, a excepción de los periodos afectados por la pandemia, donde el pan y el queso se distribuyeron directamente a mano. Este acontecimiento se origina desde que una grave epidemia de peste azotó Quel en 1479, disminuyendo su demografía de 50 a tan solo 17 habitantes.
Los pocos que sobrevivieron interpretaron esta calamidad como un castigo divino hacia ellos por sus faltas, incitándoles a solicitar clemencia divina mediante una procesión con el objetivo de erradicar la enfermedad. Siguiendo este acto de fe, la peste se disipó.
En señal de gratitud, la comunidad organizó la formación de una cofradía compuesta por 13 integrantes, simbolizando las 13 velas que se llevaron en aquella procesión histórica. Como parte de su devoción, cada 6 de agosto, esta cofradía ofrece un almuerzo consistente en pan, queso y vino para disfrute de todos los presentes.
Esta festividad es un reflejo vivo de la unión y la fe de una comunidad que, a través de los siglos, ha sabido sobreponerse a las adversidades. La entrega de pan y queso desde la ermita no es solo un acto de generosidad, sino también un símbolo de la resiliencia y el espíritu comunal de Quel, una tradición que ha trascendido generaciones y que sigue marcando el pulso de este pueblo con cada lanzamiento.