El colaborador principal en la investigación del Ministerio Público, Raúl Alejandro Girón Jiménez, hizo pública una revelación el martes acerca de un documento en el expediente conocido como “los tres golpes”. En este se detalla cómo se suponía que se debían ajustar las cuentas para favorecer a altos mandos militares y un coronel implicados en la red delictiva desarticulada en abril durante la Operación Coral.
“Usando la nómina de empleados reales de Politur, debía agregarles tres campos específicos. Uno de estos era el conocido como formulario 49, diseñado para que el coronel Rafael Núñez de Aza, encargado de verificar los fondos que yo manejaba, pudiera identificar a dichos empleados como parte del personal que no debía recibir ese dinero directamente”, mencionó.
“Las otras dos casillas eran ‘Quién recibe’ e ‘Observaciones’. Estos tres campos clave en aquel documento de los tres golpes, describen la metodología que me correspondía aplicar, asegurando el correcto manejo y entrega de fondos al coronel Rafael Núñez de Aza”, continuó.
“En la sección ‘Quién recibe’ se enlistarían los nombres de los individuos que recolectaban el dinero. Este procedimiento era esencial para que, finalmente, el dinero me fuera entregado a mí y luego yo se lo proporcionara a Núñez de Aza”, explicó.
Detalles sobre sus responsabilidades
Girón detalló entre sus responsabilidades el manejo de un acuerdo con un préstamo para Esmeralda Ortega Polanco, gerente del Banco de Reservas.
“Para concretar un obsequio a la gerente, como un terreno en Colinas del Oeste, el coronel Rafael Núñez de Aza buscaba una forma de encubrir los fondos destinados a la compra de este bien… Ella estableció una compañía cuyo propósito exclusivo era facilitar dicha transacción al CUSEP”, señaló.
Además, respecto a la celebración en la sucursal del Banreservas, dijo: “el financiamiento provenía directamente de las nóminas recolectadas, y no únicamente esos fondos, sino también que cada año había un obsequio particularmente lujoso de Núñez de Aza hacia la gerente, financiado igualmente con el dinero de las nóminas”.
Más sobre la fricción entre Girón y su abogado durante el juicio Coral
Este proceso no solo ha sacado a la luz prácticas corruptas entre altos mandos del ejército y funcionarios, sino que también ha generado tensión y desacuerdos notorios entre Girón y su representación legal, evidenciando la complejidad y el impacto emocional del caso en las partes involucradas. La dinámica entre Girón y su abogado durante las sesiones ha sido un testimonio del desgaste y las repercusiones personales del largo proceso judicial, poniendo de manifiesto la presión y las dificultades que enfrentan aquellos que optan por colaborar con la justicia en investigaciones de gran magnitud.