Un revés judicial para Google en EE.UU. por prácticas anticompetitivas en el ámbito de los motores de búsqueda online
En una reciente decisión de la corte estadounidense, Google ha sido reconocido como un ente monopolístico en la industria de los motores de búsqueda en internet, según un fallo dictado por un juez federal. Este constituye el primer veredicto de magnitud contra la corporación tecnológica en temas de monopolio.
El juez Amit P. Mehta, en su fallo, declaró que Google se ha consolidado y operado como una entidad monopolista, infringiendo la sección 2 de la Ley Sherman, mediante la perpetuación de una conducta monopolística en el ámbito de las búsquedas y publicidad en línea.
Según esta legislación, resulta ilegal el acto de monopolizar, la conspiración para monopolizar o el intento de monopolizar cualquier mercado de bienes o servicios.
El caso fue impulsado por el Departamento de Justicia de EE.UU., indicando que la firma explota su dominio en el ecosistema de búsquedas para establecer barreras competitivas frente a otras empresas, creando así un círculo vicioso que favorece su posición monopolística.
Desde Google, la defensa sostiene que cambiar a un motor de búsqueda alternativo es una acción simple que requiere unos pocos clics.
En el curso del juicio del 2023, se reveló que Google desembolsó aproximadamente 26.300 millones de dólares en el año 2021 para mantenerse como el motor de búsqueda predeterminado en dispositivos, con Apple siendo uno de los principales beneficiarios de estos pagos, de acuerdo a reportes de fuentes económicas en medios estadounidenses.
Supremacía en el mercado
Para conservar su supremacía como el principal motor de búsqueda por defecto en dispositivos móviles y navegadores de internet, la organización ha invertido miles de millones de dólares en acuerdos de exclusividad.
El magistrado, en su veredicto, sentenció que la conducta anticompetitiva de Google “debe cesar”.
Los contratos exclusivos de la firma con Apple y otras entidades importantes dentro del universo móvil han sido calificados como prácticas anticompetitivas por el juez.
Adicionalmente, se señaló que Google impone precios altos en la publicidad de búsquedas, evidenciando su dominio monopolista en el sector.
Aunque el tribunal no determinó que Google posea el monopolio en la publicidad por búsquedas, la naturaleza del fallo marca un precedente importante dentro de una serie de litigios antimonopolio liderados por el Gobierno contra gigantes tecnológicos, incluyendo Meta, Amazon y Apple, quienes enfrentan cargos similares.
La penalización exacta que Google tendrá que enfrentar tras la decisión del juez aún no se ha hecho pública.
Este fallo añade una capa más de complejidad al panorama regulatorio que enfrentan las grandes corporaciones tecnológicas, poniendo en evidencia la creciente preocupación por sus prácticas y el impacto en la competencia y la innovación dentro del sector. Además, recalca la importancia de la vigilancia y la acción regulatoria en esta era digital, donde unas pocas empresas ejercen un control significativo sobre mercados enteros.