La bolsa de Nueva York concluyó la jornada del lunes sumida en números rojos, experimentando su peor desempeño desde hace dos años, con un declive pronunciado de sus indicadores principales, en especial el Dow Jones Industrial, que retrocedió 1.034 puntos, equivalente a un 2,60%, cerrando en 38.703,27 unidades.
Por su parte, el Nasdaq experimentó una caída sustancial de más de 100 puntos, representando un 3,43%, en tanto que el índice S&P 500 se redujo un 3,00%, finalizando en 5.186,33 puntos, en un contexto de temor por una posible recesión y preocupación ante los resultados financieros de las principales compañías tecnológicas, además de sentir el impacto de las caídas generalizadas en los mercados asiáticos.
La tendencia negativa en el mercado comenzó a manifestarse apenas cinco minutos después de la apertura de la bolsa, influenciada por el marcado retroceso de los mercados en Asia ese lunes. Esta jornada cerró con el S&P 500 situándose un 8,5% debajo de su máximo alcanzado el mes pasado, y el Nasdaq, un 13% por debajo del mismo umbral.
El sector tecnológico estuvo entre los más perjudicados, registrando un descenso del 5%. Entre las caídas más notables se encuentran Nvidia, que finalizó el día con una baja del -6,36%. Esta tendencia a la baja fue generalizada, afectando a todos los principales 30 valores del Dow Jones, que cerraron en negativo, incluidas Intel y Cisco, que experimentaron descensos del -6,34% y -4,11%, respectivamente.
Nvidia, el fabricante líder en chips para inteligencia artificial y que venía de una racha positiva en meses recientes, enfrentó un revés tras anunciarse que el lanzamiento de sus chips Blackwell se postergaría algunos meses por problemas de diseño.
Elementos que influencian a Wall Street
Luego de las significativas caídas registradas globalmente la semana anterior, el índice Nikkei de Japón sufrió una considerable caída del 12,40%, marcando su segundo mayor descenso histórico, consecuencia de una reciente elevación de los tipos de interés en ese país. Mientras tanto, en Europa, los principales mercados presentaban caídas cercanas al 2% justo antes de su cierre.
La Reserva Federal de Estados Unidos decidió mantener estable el nivel de altos tipos de interés el pasado miércoles y dio indicios de una posible reducción próxima, sin embargo, los datos poco alentadores sobre el mercado laboral y la actividad industrial revelados el jueves y viernes aumentaron el nerviosismo entre los inversores.
El reporte de empleo de julio en los Estados Unidos mostró una desaceleración en la creación de empleos, con 114.000 nuevos puestos, cifra inferior a la esperada, y un incremento de la tasa de desempleo hasta el 4,25%, acercándose a lo que se conoce como la “regla de Sahm” para la recesión, que evalúa el promedio de la tasa de desempleo de los últimos tres meses frente a la de los doce últimos.
Posible “aterrizaje forzoso” de la economía
Manuel Pinto, un analista del sector, expresó que estos datos han generado inquietud entre los inversores ante la posibilidad de que la Reserva Federal haya esperado demasiado para recortar los tipos de interés, enfrentando a la economía a un posible “aterrizaje forzoso”, que implicaría una desaceleración o recesión tras un período de crecimiento acelerado.
Tiffany Wilding, de la firma PIMCO, señaló que, a pesar de los temores, la economía aún no ha colapsado y recomendó mantenerse atentos a las próximas señales. “Los futuros reportes sobre empleo y la posible recuperación respecto a la debilidad observada en julio serán fundamentales para definir las expectativas hacia la reunión de septiembre de la Fed”, indicó en un comunicado.