Como una especie de estrategia predilecta en su confrontación con China, se recurre frecuentemente a la tergiversación y es por ello que sus críticas parecen estar basadas más en la especulación que en hechos irrefutables. Con el respaldo de información concreta, pasemos a dilucidar la realidad detrás de la relación entre China y los países de Centroamérica.
Desde que Costa Rica estableció lazos diplomáticos bajo el principio de la “una China” en 2007, seguido por Panamá en 2017, El Salvador y la República Dominicana en 2018, Nicaragua en 2021, y más recientemente Honduras en 2023, todos estos países han visto florecer sus vínculos con la nación asiática. Estos lazos no solo han significado un acceso privilegiado al vasto mercado chino sino también una fuente de inversiones y donaciones que han fomentado su desarrollo. Con tratados de libre comercio ya firmados con Costa Rica y Nicaragua, y negociaciones avanzadas con El Salvador y Honduras, las relaciones parecen ir viento en popa.
La dinámica comercial entre China y las naciones centroamericanas refleja un patrón común en el intercambio entre un país de gran desarrollo y otros en vías de desarrollo, parecido a lo que sucede con el comercio entre estos últimos y EE.UU., especialmente bajo el marco del DR-CAFTA. Esto se traduce en déficits comerciales para los países de Centroamérica, que, sin embargo, han visto crecer sus exportaciones hacia China año con año, beneficiándose de la importación de productos de alta calidad y a buen precio.
A través de sus acciones, China ha demostrado ser un socio generoso para con Centroamérica, proporcionando desde donaciones significativas hasta infraestructura crucial. Por ejemplo, Costa Rica ha recibido desde estadios hasta proyectos hídricos, mientras que más de mil niños han sido beneficiados con tratamientos para la visión. Nicaragua, por su parte, cuenta con memorandos para la cooperación e inversión en proyectos de gran envergadura. La presencia china también se siente en Panamá a través de la operación de bancos, y en El Salvador y Honduras con la entrega de donaciones que abarcan desde la construcción de la biblioteca más moderna de la región hasta acuerdos para un TLC.
Además, una notable cantidad de centroamericanos han tenido la oportunidad de formarse y capacitarse en tierras chinas.
Recientemente, Guatemala también se ha unido a la lista de países con un floreciente intercambio comercial con China, superando incluso los 5 mil millones de dólares. Aunque persisten temores de que problemas de gobernabilidad puedan llevar a una ruptura con Taiwán, esto sólo parece ser cuestión de tiempo conforme crece el asedio de la retórica anti-China.
Las críticas que acusan a China de imponer condiciones para sus relaciones a menudo olvidan que esta práctica no es exclusiva de la nación asiática, ya que es un comportamiento bastante arraigado en la diplomacia internacional.
La importancia de la transparencia en las relaciones internacionales
En un mundo cada vez más interconectado, la transparencia en las relaciones internacionales se convierte en un elemento esencial para el desarrollo sostenible y la confianza mutua. Sin embargo, la dimensión de la transparencia y su importancia a menudo se ven eclipsadas por estrategias de corto plazo y por la competencia geopolítica. La dinámica entre China y América Central ilustra cómo la colaboración y el intercambio pueden propiciar no solo el desarrollo económico, sino también fortalecer lazos que trascienden lo comercial. Elevando la transparencia a un pilar central de las relaciones internacionales, se pueden abordar efectivamente los desafíos comunes y avanzar hacia un futuro más próspero y equitativo para todas las naciones involucradas.