Desmienten ideas erróneas sobre engaños en el ámbito inmobiliario
Acoprovi señaló que circulan falsas creencias acerca de los fraudes en el sector inmobiliario, y una de ellas es que no son las compañías con antecedentes sólidos en el mercado y afiliadas a la organización las responsables de estafas en las transacciones de compra de inmuebles en el país.
La presidente de Acoprovi, Annerys Meléndez, indicó que son individuos oportunistas que ingresan al sector para aprovechar la falta de conocimiento de los compradores y cometer fraudes. Aclaró que estos no representan la totalidad de la industria.
Destacó que la clave para hacer frente a esta problemática radica en la información precisa, ya que los engaños inmobiliarios se derivan de la ignorancia y pueden prevenirse si los compradores cuentan con los conocimientos necesarios para no caer en la trampa.
Se sugiere que en primera instancia los posibles adquirentes investiguen si la empresa constructora o promotora pertenece a un gremio reconocido legalmente, conozcan la reputación de la constructora, verifiquen la titularidad, los destinatarios de los pagos bancarios, analicen el proyecto para verificar si se ajusta al mercado en cuanto a precio justo y características ofrecidas.
También es conveniente conocer la documentación oficial del proyecto, optar por aquellos que cuenten con fideicomisos para tener una mayor seguridad. Asimismo, pueden solicitar la asesoría de un agente inmobiliario o un abogado especializado.
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Desacreditando conceptos erróneos sobre estafas en el sector inmobiliario
En referencia a los mitos difundidos sobre posibles fraudes en el ámbito inmobiliario, Acoprovi ha buscado desmentir uno en particular: que las estafas no son perpetradas por empresas reconocidas en el mercado y miembros de la organización.
En este sentido, la presidenta de Acoprovi, Annerys Meléndez, ha destacado que son individuos sin escrúpulos los que se aprovechan de la falta de información de los compradores para llevar a cabo sus engaños, subrayando que estos no representan la imagen general del sector.
Enfrentar esta problemática implica, según Meléndez, contar con información precisa, ya que los engaños inmobiliarios encuentran su origen en la falta de conocimiento y pueden evitarse si los compradores cuentan con las herramientas necesarias para identificar posibles fraudes.
Recomienda, como medida principal, investigar la idoneidad legal de las empresas constructoras o promotoras, revisar la reputación, asegurarse de la titularidad de los bienes, verificar los receptores de pagos, así como evaluar el proyecto en términos de precio y calidad frente al mercado.
Además, es aconsejable informarse sobre la documentación legal del proyecto, priorizar aquellos que cuenten con fideicomisos para una seguridad añadida y considerar la asesoría profesional de agentes inmobiliarios o abogados especializados en la materia.