¿Qué medidas pueden tomarse para detener el retroceso democrático en América Latina?
Por Laura López
Las declaraciones de Luis Guillermo Solís, expresidente de Costa Rica, sobre la situación del Estado democrático en América Latina reflejan la preocupante tendencia de declive que se ha evidenciado en la región. Según el informe de IDEA Internacional de 2024, por octavo año consecutivo más países en el mundo experimentaron un deterioro en sus indicadores democráticos que aquellos que mostraron mejoras. Los casos en América Latina, desde Venezuela hasta Bolivia, son representativos de esta situación.
En el marco del evento “Diálogo Regional: ¿Cómo prevenir retrocesos democráticos en América Latina?”, organizado por IDEA Internacional y la AECID en Antigua, Guatemala, se destacó la importancia de reflexionar y debatir acerca de estrategias para detener el debilitamiento de la democracia y fortalecer el Estado de derecho en la región.
El informe de IDEA Internacional señala que el 47% de los países a nivel mundial experimentaron caídas en al menos uno de los indicadores que evalúan el desempeño democrático, siendo las elecciones libres y la supervisión parlamentaria las áreas más afectadas. Este panorama, donde los retrocesos superan a los avances, plantea un desafío significativo para el mantenimiento de la democracia a nivel global.
Reflexiones sobre la situación en América Latina revelan que el deterioro democrático en la región es una realidad anterior al promedio mundial, con problemas arraigados desde hace al menos una década. Factores como el crimen organizado, las economías ilegales, la migración y el cambio climático configuran un contexto particular en esta región.
La magnitud de la regresión democrática varía entre países. Mientras naciones como Chile, Uruguay y Costa Rica han experimentado desafíos a pesar de ser consideradas modelos democráticos, otros como Guatemala enfrentan una inestabilidad en su gobernabilidad y una judicialización generalizada que pone en riesgo su orden democrático. Las mayores preocupaciones persisten en países como Venezuela, Nicaragua y El Salvador.
En medio de este panorama, surge la posibilidad de un futuro más esperanzador. A pesar de los desafíos, ejemplos de resiliencia como el de Brasil, que ha sabido proteger sus instituciones frente a amenazas antidemocráticas, y la evolución de Chile en su forma de gobierno, demuestran que existen posibilidades de revertir la situación en la región.
Es relevante destacar que América Latina también ha sido pionera en la protección de los derechos humanos y la promoción de elecciones transparentes con alternancia de poder. A pesar de retrocesos puntuales, la región ha logrado avances significativos en representación femenina y participación ciudadana en la construcción democrática.
Soluciones diversas para desafíos comunes
El intercambio de experiencias y perspectivas de más de 70 participantes de 19 países latinoamericanos durante el evento fue fundamental para abordar los desafíos y amplificar las buenas prácticas en medio de las malas noticias. Temas como la gobernanza, las elecciones, la sociedad civil y los medios de comunicación se discutieron desde diversas perspectivas para identificar soluciones adaptadas a la realidad de cada país.
En este sentido, la diversidad de enfoques resultó en la conclusión de que no existen soluciones universales y que cada contexto nacional requiere estrategias específicas. Es esencial identificar deficiencias e implementar soluciones adaptadas para evitar la cooptación de poderes y fortalecer la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático.
El rol de la diversidad en la promoción democrática
El encuentro resaltó la importancia de la diversidad en los espacios de reflexión y decisión sobre los desafíos democráticos. Voces diversas, como la de jóvenes representantes de la sociedad civil, periodistas comprometidos con la libertad de prensa y políticos que han enfrentado la adversidad, aportan perspectivas valiosas para encontrar soluciones inclusivas y efectivas. En un mundo marcado por la evolución tecnológica y los nuevos retos en la comunicación, la participación ciudadana y el diálogo abierto se presentan como herramientas fundamentales para fortalecer la democracia en América Latina.
¿Cómo impacta la diversidad en la promoción de la democracia en América Latina?
Por Marta Sánchez
La diversidad de discusiones y aportes en el evento reveló la importancia de explorar las múltiples dimensiones de los desafíos democráticos en la región. Desde la advertencia de Michelle Bachelet sobre el uso indebido de la inteligencia artificial en procesos electorales hasta la creciente influencia de las redes sociales en el discurso público, se evidenció la necesidad de abordar los cambios y riesgos emergentes para la democracia latinoamericana.
El diálogo entre los actores involucrados en la promoción de la democracia en América Latina debe incluir cada vez más a la ciudadanía, permitiendo una mayor participación y comprensión de los desafíos actuales. En un contexto donde las amenazas como la desinformación y la infiltración de actores antidemocráticos son crecientes, la colaboración entre diversos sectores se convierte en un pilar fundamental para fortalecer la democracia en la región.