Estrés emocional generado por la competencia entre los candidatos: preocupación por el futuro
De acuerdo a un estudio difundido recientemente por la Asociación Estadounidense de Psicología, las elecciones presidenciales de Estados Unidos programadas para el próximo 5 de noviembre, en las que se enfrentarán el exmandatario Donald Trump (2017-2021) y la actual vicepresidenta Kamala Harris, están generando altos niveles de estrés en gran parte de la población de este país.
En tan solo dos semanas, Estados Unidos determinará su futuro entre dos candidatos con posturas políticas opuestas, siendo la candidata demócrata Harris la que lidera las encuestas a nivel nacional por una leve ventaja, aunque recientemente ha ido perdiendo terreno. Por otra parte, en los siete estados clave para el resultado final, tanto Trump como Harris se encuentran prácticamente empatados.
La incertidumbre acerca del resultado: ¿Trump o Harris?
Un estudio realizado por el centro de investigación The Harris Poll, llamado ‘Stress in America’, reveló que el 69% de los participantes encuestados experimentan estrés debido a la incertidumbre sobre quién dirigirá el país en los próximos años. Este porcentaje aumenta significativamente cuando se les pregunta acerca del futuro de la nación y su economía, siendo un 77% afectado por temas de gobierno y un 73% por cuestiones económicas en su vida diaria.
El impacto de la inteligencia artificial en la propagación de desinformación y noticias falsas ha sido uno de los temas destacados en esta contienda electoral, generando preocupación en un 82% de la población sobre la posibilidad de que las personas basen sus decisiones en información inexacta.
Además, la polarización y división social generada por la política en los últimos años han incrementado en casi 20 puntos el porcentaje de ciudadanos que experimentan estrés desde 2016, cuando era del 52%. Esta situación conduce a escenarios preocupantes, aunque no necesariamente imposibles.
Preocupación ante posibles conflictos y pérdida de democracia
El temor a una escalada de violencia como consecuencia de las elecciones presidenciales afecta al 70% de la población, mientras que más de la mitad (56%) teme por el futuro de la democracia en Estados Unidos a raíz de este proceso electoral.
Estas preocupaciones se refuerzan tras una campaña marcada por incidentes como un intento de asesinato contra Trump, sugerencias de intervención militar en caso de conflicto interno y la posibilidad de que los resultados sean cuestionados en caso de derrota.
En este contexto de polarización, se observa un aumento en el activismo y movilización de la población, con un 77% de adultos manifestando su intención de participar en las elecciones. Destaca el interés de comunidades como la afroamericana y la latina, segmentos por los que compiten intensamente ambos candidatos.