Apertura al diálogo y consenso en torno a la reforma fiscal
El presidente Luis Abinader ha dado un paso significativo al mostrarse receptivo a ajustes en el proyecto de reforma fiscal, evidenciando la disposición del Gobierno dominicano a escuchar las opiniones de diversos sectores de la sociedad. Esta postura, en busca de recaudar RD$122,486.6 millones anuales para fortalecer áreas como la seguridad ciudadana y el sistema de transporte, resalta un compromiso con el consenso y la participación democrática.
Además, la disposición de Abinader a flexibilizar puntos concretos del proyecto resulta fundamental. La polémica generada en torno a la eliminación de exenciones para sectores como el cine y el turismo, el incremento de impuestos a bebidas alcohólicas y azucaradas, así como la imposición de gravámenes a servicios digitales, ha generado diversas reacciones que van desde manifestaciones en Bella Vista hasta preocupaciones expresadas por expertos sobre su impacto en los sectores más vulnerables.
Importancia de la participación ciudadana en el proceso de consulta
La convocatoria a una consulta pública para el 17 de octubre es un gesto que merece reconocimiento, especialmente en un momento en el cual la confianza en las instituciones puede verse debilitada. Esta apertura al diálogo con la ciudadanía señala que el Gobierno está dispuesto a corregir posibles deficiencias en su propuesta, demostrando transparencia y disposición a escuchar diversas opiniones para mitigar preocupaciones respecto a la carga fiscal sobre los sectores más desfavorecidos.
Además, la reunión tripartita entre el Congreso, el Ejecutivo y los sectores implicados refuerza la idea de consenso como base para la toma de decisiones en un sistema democrático saludable. Es esencial que las grandes determinaciones que afectan al país sean el resultado de debates respetuosos y no de imposiciones unilaterales.
Equilibrio entre recaudación fiscal y bienestar de la población
La reforma fiscal planteada no solo busca aumentar los ingresos, sino también rediseñar el sistema tributario con miras a promover el bienestar general. Si bien es necesario invertir en áreas críticas como la salud, el transporte y la seguridad para mejorar la calidad de vida de la población, es fundamental hacerlo sin imponer cargas insostenibles a los ciudadanos. El desafío radica en encontrar el balance adecuado entre la recaudación y la protección de los sectores más vulnerables.
Las modificaciones propuestas, como la gravación de servicios digitales y la preservación de exenciones sobre productos básicos de la canasta familiar, muestran la intención de proteger a los consumidores más necesitados. Sin embargo, es probable que dichas medidas susciten preocupaciones, siendo necesario que sectores como el cine y el turismo revisen sus estrategias frente al nuevo escenario fiscal.
Involucramiento ciudadano en la construcción de un sistema fiscal más equitativo
El reciente proceso de reforma fiscal refleja el funcionamiento adecuado de las democracias modernas, donde el desacuerdo, el debate y la adaptación tienen un papel fundamental. Las manifestaciones y protestas en el Distrito Nacional evidencian el compromiso de la sociedad dominicana con la defensa de sus derechos e inquietudes, aunque estas expresiones también deben considerarse parte de un proceso más amplio de participación ciudadana donde todas las voces son importantes.
El compromiso del Gobierno de revisar propuestas, escuchar a los sectores implicados y ajustar las medidas según sea necesario representa una postura responsable. La disposición a recibir críticas constructivas y mejorar el proyecto en beneficio de la población en su totalidad es una señal positiva. La clave reside en encontrar un equilibrio entre la recaudación estatal y la protección de los sectores más vulnerables, lo cual solo será posible a través del diálogo y el consenso para construir un sistema fiscal más justo para todos los dominicanos.