Posible desenlace inesperado en elecciones si candidatos empatan en votos
En cada jornada electoral en Estados Unidos, existe una posibilidad lejana pero realista que despierta la emoción de los seguidores de la política del país: un empate en votos entre los dos aspirantes principales.
Para este 5 de noviembre, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se enfrentan en una contienda estimada como muy reñida, donde cualquier escenario es plausible.
Es importante recordar que el presidente de EE. UU. no se elige mediante el voto popular, sino a través del sistema del Colegio Electoral, donde cada estado aporta un número específico de votos.
Conformado por 538 votos, el Colegio Electoral determina al ganador presidencial, requiriendo al menos 270 votos para ser proclamado presidente.
En el caso de un empate a 269 votos entre Harris y Trump, según la Enmienda número 12 de la Constitución, la Cámara de Representantes sería la encargada de desempatar en una sesión especial a partir del 6 de enero.
Cada estado tendría un voto en esta decisión, lo que equilibra el peso político de estados con densidades de población muy diferentes.
En una situación donde un candidato alcanzara 26 votos o más, se convertiría en el próximo presidente de Estados Unidos.
Los republicanos tienen actualmente el control de 26 delegaciones estatales en la Cámara de Representantes, lo que les brinda una ventaja en caso de empate con Harris, según los expertos.
La definición del vicepresidente, entre Tim Walz y J.D. Vance, quedaría en manos del Senado, donde se requieren 51 votos para ganar la elección.
El Senado, controlado por los demócratas en la actualidad, renovará un tercio de su composición el 5 de noviembre.
Aunque un empate en el Colegio Electoral es extremadamente improbable, no se puede descartar por completo.
Estados como Nebraska, que distribuye sus votos electorales por distritos, podrían jugar un papel crucial en este escenario hipotético.
En conclusión, el desenlace de unas elecciones tan ajustadas como las actuales podría desafiar las tradiciones y los pronósticos establecidos, manteniendo en vilo a los apasionados de la política estadounidense.
¡Los retos del sistema electoral estadounidense nos mantienen en constante expectativa!