Declaraciones de Edwin Paraison y las tensiones entre República Dominicana y Haití
El ex cónsul haitiano Edwin Paraison expresó su preocupación por la persistencia de mensajes que promueven conflictos entre República Dominicana y Haití, tanto en los medios como en las redes sociales.
Paraison afirmó que ciertos actores intentan influenciar no solo las políticas públicas, sino también incitar a la población a intervenir en asuntos sensibles como la gestión migratoria, un ámbito que corresponde exclusivamente a las autoridades y debe manejarse de acuerdo a la ley sin ambigüedades.
Aquí te presentamos el comunicado completo del exfuncionario haitiano:
Cooperación y Solidaridad como Base de las Relaciones entre República Dominicana y Haití
Si bien las relaciones entre ambos países evocan momentos tensos del pasado, en la actualidad la interdependencia entre República Dominicana y Haití, especialmente en la zona fronteriza, ha quedado demostrada con situaciones como la disputa por la construcción de un canal de riego en Ouanaminthe, Haití. Esta realidad nos impulsa hacia una política de vecindad amistosa, cooperación y solidaridad.
Desinformación y Mensajes Divisivos
A pesar de esta interdependencia, es lamentable que ciertas voces en los medios y redes sociales sigan alimentando la hostilidad entre ambos países. Estos actores buscan no solo influir en las políticas públicas, sino también motivar a ciudadanos a intervenir en áreas delicadas como la gestión migratoria, un terreno reservado a las autoridades y que debe manejarse conforme a la ley de manera clara.
Contexto de la Situación en Haití
La actual crisis en Haití no debería minar la fraternidad, solidaridad y paz social que deben prevalecer en nuestra isla compartida. Las recientes manifestaciones marcadas por tensiones de grupos identificados con un nacionalismo particular y la decisión de la República Dominicana de repatriar a miles de haitianos semanalmente generan justificadas inquietudes en los sectores solidarios de ambas naciones y a nivel internacional. Esta medida parece ser respuesta a la falta de acción de la comunidad internacional ante los llamados del gobierno dominicano para paliar el impacto de la crisis haitiana en su territorio.
Además, es fundamental destacar que la República Dominicana no está sola en sus críticas hacia la desatención internacional. Figuras influyentes como el Papa Francisco han expresado reiteradamente preocupaciones por la situación en Haití. Recientemente, el secretario general de las Naciones Unidas también cuestionó la falta de atención al caso haitiano, evidenciando que muchos actores prefieren financiar conflictos en lugar de contribuir a la estabilización de Haití.
Consideraciones Humanitarias en Medio de la Crisis
A pesar de la comprensible frustración dominicana hacia la comunidad internacional, resulta difícil desde una perspectiva moral justificar la expulsión de individuos que huyen de la violencia en Haití. La situación actual refleja a más de 700,000 desplazados internos, y los recientes ataques en Artibonito han causado numerosas víctimas. Dada la precariedad de las infraestructuras haitianas, no están preparadas para recibir eficientemente un gran flujo de repatriados, lo que podría agravar la inestabilidad y el sufrimiento humanitario.
Desafíos y Cambios Necesarios
La repatriación masiva plantea retos humanitarios, legales y sociales. Es esencial que este proceso se realice de manera transparente, garantizando los derechos de los afectados. En este sentido, ciertas disposiciones, como el “Protocolo de Identificación de Migrantes Ilegales y su Retorno Asistido”, que propone una colaboración con las autoridades haitianas y condiciones de retorno digno, representan un avance positivo. Si se implementa correctamente, pueden contribuir significativamente a una gestión respetuosa y legal de las repatriaciones.