Repudio en Haití a brutal ataque de pandilla con numerosas víctimas
Las autoridades haitianas manifestaron su rechazo a un acto violento perpetrado por una pandilla, calificándolo como un hecho sin sentido que causó la muerte de al menos 70 personas y dejó 16 heridos graves en una localidad del país caribeño.
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos lamentó que miembros de la pandilla Gran Grif llevaran a cabo el ataque, armados con fusiles automáticos, causando un elevado número de fallecidos, entre ellos mujeres y lactantes.
El poder de las pandillas en Haití
El cruel episodio evidencia el dominio de las pandillas en Haití, donde tienen control sobre la capital, Puerto Príncipe, y las principales vías del país.
La masacre tuvo lugar en Pont Sondé, en el departamento de Artibonite, ubicado en la carretera que conecta Puerto Príncipe con Cabo Haitiano, en el norte del país.
Según Bertide Horace, vocera de una asociación local, el líder de Gran Grif, Luckson Elan, ordenó el ataque en represalia a conductores que se negaron a pagar un peaje impuesto por la pandilla en la vía nacional.
Los delincuentes tomaron el control de la localidad y llevaron a cabo ejecuciones, provocando la muerte de numerosos residentes, la mayoría por disparos en la cabeza.
– “Cobardía extrema” –
La ONU reportó que los criminales incendiaron decenas de viviendas y vehículos, obligando a los habitantes a huir de la zona. Dos de los heridos graves son miembros de la banda, heridos durante un enfrentamiento con la policía local.
Respuesta del gobierno haitiano
El primer ministro Gary Conille anunció el despliegue de fuerzas policiales y de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MMAS) en la zona afectada, con el objetivo de restaurar el orden.
En un mensaje en redes sociales, Conille condenó el ataque como un acto brutal e injustificado contra ciudadanos inocentes en Pont Sondé, describiéndolo como un crimen contra la nación haitiana en su totalidad.
– La crisis humanitaria en Haití –
Haití enfrenta una grave crisis humanitaria, agravada por las acciones de pandillas que buscan derrocar al gobierno de Ariel Henry. Frente a estas bandas armadas, acusadas de diversos delitos, las autoridades enfrentan grandes dificultades para contener la violencia que afecta a la capital y sus alrededores desde hace meses.
La ONU solicitó un aumento en la asistencia financiera y logística para la fuerza internacional desplegada en el país, ya que la MMAS, mayoritariamente conformada por policías kenianos, no cuenta con los recursos necesarios para enfrentar a un enemigo poderoso.
Estados Unidos impuso sanciones a Luckson Elan por su participación en violaciones de derechos humanos, así como a un exmiembro del Parlamento por su rol en apoyar y armar a las pandillas. Desde enero, al menos 3.661 personas han muerto en Haití a causa de la violencia, según datos recientes de la ONU.
La violencia y la situación humanitaria crítica han obligado a más de 700.000 personas, la mitad niños, a abandonar sus hogares en busca de refugio en otras zonas del país, según la Organización Internacional para las Migraciones.