Gestión de instalaciones penitenciarias y la interferencia de comunicaciones en centros de reclusión
El responsable de la Dirección General de Prisiones, Roberto Hernández Basilio, manifestó hoy su disposición a trabajar en conjunto con el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) para impedir la señal de comunicaciones en las prisiones del país.
La prioridad de Hernández es brindar respaldo al sistema penitenciario, y se esperan cambios significativos en relación a la señal de los teléfonos móviles en los 44 establecimientos penitenciarios.
“Estamos evaluando la dirección que tomará esta iniciativa, qué tecnología emplear y en qué áreas implementarla”, puntualizó.
Afirmó que “la sociedad será testigo de los resultados”.
Además, reveló pormenores sobre el incidente ocurrido recientemente en el centro penitenciario del kilómetro 15 en Azua, donde un recluso condenado a 20 años por homicidio tomó de rehén al coronel Ricardo Bidó, comandante de la prisión, antes de ser abatido por la policía.
Según informó la Policía Nacional en un comunicado, durante la operación de rescate en la que se liberó al agente penitenciario Alberto Montilla, el privado de libertad que los mantenía cautivos perdió la vida. Las circunstancias de su muerte están siendo investigadas por el Ministerio Público.
El coronel Bidó sufrió una herida de bala en el muslo izquierdo y otra en la región lumbar, según los informes médicos.
La intervención para liberar a los rehenes se llevó a cabo después de que el interno, armado, retuviera a ambos en la oficina del oficial principal de la prisión.
Otros aspectos a considerar en la gestión de instalaciones penitenciarias
Es fundamental para la seguridad y el control de las cárceles dominicanas poder implementar medidas efectivas de bloqueo de señales de comunicación en estos centros de reclusión. La colaboración entre las autoridades penitenciarias y organismos de telecomunicaciones es clave para garantizar el éxito de estas acciones.
La incidencia de incidentes como el mencionado refleja la necesidad de fortalecer los protocolos de seguridad en los penales, así como de mejorar la coordinación entre las distintas entidades involucradas. La comunicación fluida y el intercambio de información son elementos fundamentales para prevenir situaciones de riesgo.