Ciudad israelí se organiza para festejar inicio del año nuevo judío antes de enfrentar peligro extranjero
Tras el fatal atentado en una estación de tranvía en Tel Aviv, la ciudad reporta siete víctimas mortales debido a las heridas ocasionadas por los dos agresores palestinos, según informaron autoridades sanitarias. Al mismo tiempo, Israel se ve amenazado por la lluvia de aproximadamente 200 misiles desde Irán. Un corresponsal de RFI en Tel Aviv describe la situación en Israel mientras se da inicio a la celebración del año nuevo judío.
La noche transcurrió en calma, al menos en las áreas central y sur de Israel. En ciudades como Tel Aviv, Ramat Gan, Rishon Letzion y en todo el conglomerado de Dan, la región más densamente poblada de Israel, la población se prepara para las festividades que comenzarán esta tarde y se extenderán durante los dos días siguientes del Rosh Hashaná, festividad del año nuevo judío.
Por otro lado, el saldo del ataque en la estación de tranvía de Tel Aviv aumentó a siete fallecidos tras la muerte de uno de los heridos a manos de los dos agresores palestinos, confirmaron fuentes sanitarias.
Irán ha amenazado con responder solo después de que Israel lleve a cabo la anunciada represalia tras el masivo ataque con misiles, aunque es probable que Israel se abstenga de contraatacar durante las festividades para evitar la reacción iraní.
Mientras tanto, Hezbolá continúa lanzando una gran cantidad de misiles hacia el norte de Israel, con disparos intensificados desde la mañana.
En la Alta Galilea, se han emitido instrucciones de permanecer en los refugios seguros.
En este contexto crítico, la sociedad israelí, a pesar de sus divisiones, se une ante la amenaza inminente. Israel está al borde de verse envuelto en un conflicto regional de proporciones y consecuencias devastadoras, aunque la realidad es que la guerra ya ha comenzado hace un año, cuando Hamas declaró la guerra el 7 de octubre del año pasado con un ataque fulminante desde Gaza contra la población civil y el ejército por igual.
Al día siguiente, Hezbolá se unió al conflicto desde el Líbano, obligando a Israel a abrir otro frente. Aún quedan 101 israelíes secuestrados, la mitad de los cuales se cree que sigue con vida, y por ahora no hay avances en las negociaciones para una tregua y la liberación de los rehenes.
Esta guerra se ha convertido en la más prolongada hasta la fecha y no se vislumbra un final a la vista. Analistas políticos y críticos del gobierno señalan que el Primer Ministro Netanyahu carece de una estrategia clara sobre los objetivos de Israel y cómo alcanzarlos.