Beneficios de adoptar estándares internacionales en entidades financieras
El superintendente de entidades financieras, Alejandro Fernández W., resaltó la relevancia de que las instituciones bajo su supervisión avancen hacia la modernización de sus mecanismos de control de riesgos, ajustándose a estándares globales de gestión como Basilea y las Normas Internacionales de Contabilidad Financiera (NICF).
Según el representante, la incorporación de estos estándares es una consecuencia lógica del desarrollo del sector financiero. Señaló que debe ser acogido como un referente central, no únicamente como una sugerencia de entidades como el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Estamos convencidos de que las entidades bancarias actuales, especialmente las de mayor envergadura, no solamente enfrentan el riesgo crediticio. No se trata de los mismos bancos de 1988 o 2002. Por lo tanto, si el entorno financiero actual difiere del de hace dos o cuatro décadas, es necesario actualizar también la regulación”, enfatizó durante su intervención de cierre de la II Conferencia Anual sobre Gestión de Riesgos, organizada por el Club de Gestión de Riesgos de la República Dominicana.
Resaltó que es un momento oportuno para realizar las adaptaciones pertinentes en este ámbito, dada la solidez y estabilidad actuales del sistema.
Explicó que la implementación de estas prácticas impacta positivamente en la solidez del sistema financiero y en una buena administración del capital, asegurando la viabilidad a corto, mediano y largo plazo.
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Un párrafo adicional sobre la adopción de estándares internacionales en la gestión de riesgos en el sector bancario.
La evolución del marco regulatorio financiero y su influencia en la sostenibilidad del sistema
Alejandro Fernández W. destacó los beneficios de que los bancos se ajusten a normativas internacionales como Basilea y las Normas de Información Financiera Internacional (NIIF) en lugar de controlar los riesgos.
Según él, esto es una consecuencia natural, ya que el sistema bancario ha evolucionado y, por lo tanto, se deben adaptar las regulaciones para reflejar esta transformación.
En lugar de solo seguir recomendaciones externas, Fernández W. enfatizó que las normativas internacionales deben ser consideradas como las directrices principales para las entidades financieras.
La actual coyuntura favorable, marcada por la solidez y estabilidad del sistema, se presenta como una excelente oportunidad para realizar ajustes en esta área específica.
El establecimiento de buenas prácticas en la gestión de riesgos tiene un impacto directo en el funcionamiento sostenible del sistema financiero a corto, mediano y largo plazo.
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Otro párrafo adicional sobre la importancia de actualizar los marcos regulatorios financieros en busca de una mayor resiliencia del sistema bancario.